Sin duda la dotora Dresser -xochilista y prianchuchista al mismo tiempo- tiene razón cuando exige que el discurso de mi Tatankita Córdova deba ser de lectura obligatoria para todos los mexicanos (supongo que incluye a los de Iztapalapa también, aunque los pelusea) por su defensa de la democracia ante las garras de las Dictadura macuspánica. Una sesuda reflexión como para la sección “¡No te azotes que haya chayotes!”, hace que mi Denise se ponga a la altura de la maestra Gordillo y de Roberto Madrazo, adalides de la democracia con mapaches incluidos.
El texto, por su naturaleza nada histeriquita y poco melodramática, inspirado en los tuits de Claudio XXX y Calderón, tendría que ser puesto con letras de oro en la Cabeza de Juárez e incluido en los manuales de uso de bots en los Troll Centers que mantienen una guerra nada sucia contra la Cuatroté ligada a la compañía Atlas Network que, a decir de Mario Delgado, está vinculado a las mentes maestras de los think tanks de ultraderecha como Luis Rubio, Sergio Sarmiento, Amparito Casar (¿Cazar?), Juan Pardinas, el primo de un tal Tío Richie, y varios heroicos odiadores del Sátrapa de Macuspana, fanáticos del modelo neoirracional.
Así son los de la derechairiza extrema que dispone de recursos inagotables provenientes de grandes pulpos chupeteadores internacionales, para sostener narrativas, tendencias y etiquetas (#Narcopresidente #Narcopartidomorena #NarcocandidataClaudia) que ahora tienen apañadas a las redes sociales como Lozoya Lozoyita a la ministra Piña. Una vieja estrategia de los grupos oligárquicos (propagación de mentiras, incitación a la histeria anticomunista, la desestabilización de gobiernos progresistas y de izquierda, el melodramita conservador), pero es de llamar la atención estos organismos tan muy muy hayan elegido como vocero principal a Carlos Loret, mejor conocido como #LordMontajes que, por su falta de oficio periodístico, la incapacidad para construir narrativas medianamente verosímiles, les echa a perder el teatrito. Ahí está la fregadera, no se vale.
De hecho, sugiero que tan eximia reflexión de mi Lorenzo del PAN, sea pegada en todas las paredes de la patria con chicles, en homenaje a la señora Gálvez que después de las debidas masticadas los va repartiendo por doquier. Me dicen, incluso, que a su paso por la Unión Americana y España, la candidata ciudadana que es más panista que ciudadana, dejó un rastro no de ideas sino de chicles.