De manera muy justiciera la muy demócrata y tolerante dotora Denise Dresser trata de ejercer su pasión por la censura (ahora se fue en contra de Operación Mamut del Canal Once, donde con espléndido equipo de trabajo hacemos humor político), solo porque no se siguen sus ideas un poquito arcaicas, derechosas y medievales sobre la comedia. Es lo malo de solo ver La hora pico, El PRIvilegio de mandar y Guerra de chistes. Y de juntarse con personajes tan divertidos y tan finos como Alito Moreno, los Chuchos y Markitito Cortés. Sus campeones en materia humorística, aunque sea involuntaria, deben ser Vicente Vox y Jelipillo CaldeRón.
Ni Imelda Marcos.
Como quiera que sea, no pensé que Dios me iba a prestar vida para ver a la oposición convertida, tristemente, en una gallina sin cabeza. Tan así que ahora, con la caída de los Twisted Sisters (Lorenzo, Murayamasamí y Edmundo Jacobo), salieron en tropel encabezados por Margarita Zavala (que como dice una cosa dice otra) a cambiar las reglas como en el Big Brother: el INE que no se tocaba ahora no solo se puede tocar sino manosear. Es chistoso porque todo lo que ahora exige para regular a la nueva administración del INE es curiosamente lo mismo que junto con las fuerzas calderonícolas tanto combatieron y abominaron echando espuma por la boca. Ahora, en una reacción muy escasamente relacionada con la inteligencia emocional, están en contra de todo lo que enarbolaron durante marchas y miles de tuits. ¡Qué locos chavos!
Por supuesto, como no fue un tema ni consensuado ni planeado, de ahí que nuestros pobres intelecuáles nada orgásmicos, periodistas a modo y demás Paleros de Alazraki, viudas de don Genaro y entenados de Claudio XXX, no supieron cómo cambiar así de repente y sin anestesia, el rumbo para linchar lo que antes defendían. Por eso les salió todo chueco.
Lo más ridículo fue que un periódico que comienza con R y termina con A comenzó a mover una imagen falsa de la nueva consejera presidenta del INE, Guadalupe Taddei Zavala, aparecía abrazada de López Obrador. Chale. Un bulo que corrió en las cuentas de connotados locutores que, otra vez, pasaron fuertes vergüenzas.
Ya lo de Ferriz, asegurando que a AMLO le dio el enésimo infarto, es el chapoteo eterno en las mismas miasmas. Y qué decir de mi Tatankita Córdova que sacó un video peor de aburrido que los de Santiago PRIL y Ricardo Anaya, pero igual de mentiroso. Chale.
Al rato van a vender las fake news por separado.