Pues ya no se sabe si la oposición se afoxió o se xochilizó, pero Claudio XXX González en vez de asumir sus responsabilidades que lo tendrían que haber llevado a dejar el cargo desde que eligió a Xóchitl Gálvez, que nomás no jala, se puso muy loquillo. Así, con una pequeña ayuda de Max Cortázar, que es especialista en enlodarlo todo, recurrió al machismo más elemental para señalar que Claudia Sheimbaum no tiene ningún mérito, que carece de carisma y que no avanza. Si va tan mal, ¿por qué se tomaron la molestia de usar la inteligencia artificial para manipular, falsear y torcer la entrevista que le hicieron Azul Alzaga y Jorge Armando Rocha en el programa Mañanera 360?
Esa misma es la narrativa que difunden, oootraaaaveeeez, personajes como Leo Suckerman, que alega que Claudia no ha comunicado sus propuestas, que nadie sabe hacia dónde va, y que no ha dado ninguna entrevista de nivel. Todo bien hasta que Denisse Merker le explicó que ella misma acababa de tener una conversación con la precandidata de Morena.
Es decir, si vas a construir una estrategia procura que al menos esté basada en hechos reales y no en los delirios reguetoneros de la fauna neoliberal.
Si Xóchitl no se ayuda, su fanaticada debería de hacer algo más que críticas timoratas no solo a la señora del huipil sino a la estructura y a la estrategia opositora a la que pertenecen y que ha estado del nabo. A lo mejor el problema es del dueño de la Opo, y toda esta bola de hinchas que le bolean los cacles como Brozo, Loret, los paleros de Loret, Alazraki y los palero de Alazraki, que deberían de aplicarle la clásica de Alejandro Martí: “Si no puede, renuncie”.
Bueno, cómo estará la cosa que hasta la Universidad Anáhuac, que suele sobreproteger a esos mirreyes en éxtasis que tiene por alumnos, reconsideró, seguramente empujada por las críticas, y ya corrió a ese señoritingo, Patricio”N”, que de manera artera golpeó a un vigilante en Angelópolis. La suspensión que le habían dado al energúmeno era una burla para la víctima, pero sobre todo un aliciente para incentivar la prepotencia fifí.
Ese juniorzazo aspirante a lord se puso peor que Javier Miley cuando ve a un comunista.
Igual de frenético se pone Eduardo Verástegui, que está muy malito de su anticomunismo primitivo, y ahora anda difundiendo con no poca histeria que “López Obrador es comunista”. Neta que laultradercha está muy furris, ya no la hacen como antes.
¡Ay, muchachos pocoestudio!