Si lo del Doctor Gatell haciendo un poquito de comedia les ardió hasta en salva sea la parte, no me imagino lo que estarán experimentando los muy empáticos y humanitarios representantes de la oposición, ahora que Marcelo Ebrard anunció que oficialmente no habría aranceles recíprocos del 10% contra México.
No bueno, se han de haber puesto peor de sobre actuados que Alazraki alegando que Presidencia quiere desaparecer Atypical Tv, amenazando empresarios para que no inviertan. O sea, nadie en su sano juicio, salvo los amantes de humor involuntario hardcore, le meterían dinero bueno al muchacho chicho del canal gacho.
Por supuesto, los opositores no van a reconocer el trabajo de estadista de la presidenta Sheinbaum frente a un Donald Trump que anda como King Kong en cristalería. Mientras el gente anaranjado, henchido de rencor, le quiere aplicar 1000% de aranceles a China, a lo que Xi Jinping responde prácticamente con bostezos, frente a México se abre un portal de cierto relax.
Después de ver los ocho gatos que trae en la cabeza a manera de abultado peinado, tengo la impresión de que los mininos le están comiendo la sinapsis a mi Donald. O de qué otra manera se puede interpretar que Trump, en una gala, hizo unos chistes como de Brozo, en donde presumía que todos los países del mundo le querían besar el trasero. La verdad es que todos se están uniendo para agarrarlo del trasero y echarlo del mundo.
Curioso que la derechairiza mediática que estuvo al borde de un brote psicótico por la aparición del Doctor Gatell en Operación Mamut, no hayan manifestado en contra del sketch trumpista extraído con fórceps de alguna película de albures.
Algo tan ridi como lo de Raymundo Rivapayacho que, fiel a su costumbre, alegó en un muy desarticulado artículo que Jesús Ramírez Cuevas es investigado por la CIA, el FBI, la KGB y James Bond por tener relaciones peligrosas con Putin. Por supuesto, Jesús también controla a Pablo Iglesias, a Maduro y al Tuca Ferreti. No se rían, este macartysmo tropicalizado será casposo o no será.
Eso sí, es interesante y plausible que la presidenta Sheinbaum le haya llamado la atención a Morena por no tener reglas claras en materia electoral, y que esto se preste para que algunos aspirantes se adelanten a los tiempos como Andrea Chávez. Ella no necesita de jugarretas que se presten a malas interpretaciones, peleas intestinas y ataques histeriquitos de la Opo.
¿Y los aranceles, apá? ¿Qué va a decir la Loca Academia de Miramones?