La caravana “Viacrucis Migrante 2024” que cruzó por los estados de Puebla y Tlaxcala después de la segunda mitad del mes de mayo, llegó a Texcoco, Estado de México, con 300 integrantes, es decir, se registró una reducción de 50 por ciento.
Al llegar a territorio poblano, el contingente de personas que quieren mejorar su realidad era de más de 600 personas, entre menores de edad, madres de familia, personas que viajaban solas y familias completas.
El grupo de personas que ingresaron a territorio mexicano sin la documentación correspondiente y que es encabezado por una cruz de madera que simboliza la esperanza, la fortaleza y la ilusión, ahora se nota disminuido.
La carava migrante se redujo después de que se denunció que entre el 24 y 25 de mayo, en las inmediaciones de Tlaxco, Tlaxcala, cerca de la antigua estación de ferrocarril de La Magdalena Soltepec, personal del Instituto Nacional de Migración (INM), de Guardia Nacional (GN) y policías estatales agredieron a las personas que están en busca de llegar a Estados Unidos para mejorar sus condiciones de vida.
A pesar de las agresiones de que fueron víctimas parte de los integrantes, el contingente continúa su paso hacia el norte del país; sin embargo, antes de continuar con su paso, esperan que se les permita visitar la Basílica de la Virgen de Guadalupe, en la capital del país.
Los migrantes originarios de países como Guatemala, El Salvador, Haití, Honduras y Venezuela dejaron el estado de Tlaxcala y llegaron al Estado de México por la carretera Texcoco-Calpulalpan con el objetivo de pasar a orar ante la llamada “virgen morena”.
De acuerdo con los organizadores, parte de las autoridades mexicanas quieren evitar que la caravana llegue al templo mariano. A pesar del panorama, los migrantes seguirán insistiendo con el objetivo de poder acercarse a la Virgen de Guadalupe, agradecerle por favores conseguidos y pedirle su protección para cruzar la frontera y llegar hasta alguna ciudad de Estados Unidos.
En medio del panorama de violaciones a los derechos humanos, lo mínimo que se les puede permitir a los migrantes es que pasen hasta la llamada “Villita”, puedan rezar por algunos minutos ante la Virgen de Guadalupe y sigan su paso hacia el norte del país.