Un factor para que los migrantes se estén quedando “estacionados” en estados como Puebla, son las nuevas reglas que puso el gobierno de Estados Unidos para el cierre de sus fronteras y para el análisis del otorgamiento de asilo.
La administración que encabeza el presidente norteamericano, Joe Biden, dio a conocer que la patrulla fronteriza reportó una reducción de intercepciones de 40 por ciento y, actualmente, se concretan dos mil 400 al día en los límites con México.
La baja de detenciones comenzó a principios del mes junio, cuando Biden firmó una orden ejecutiva que autoriza el cierre de la frontera con México a los migrantes que solicitan asilo cuando haya más de 2 mil 500 cruces irregulares en el promedio de siete días.
De alguna manera, a lo largo de la historia a partir del siglo XX, Estados Unidos abre o cierra sus fronteras de acuerdo con las necesidades de mano de obra y de servicios. A partir de la pandemia, se presentó un aumento del flujo de migrantes por diferentes rutas de México, entre ellas, las que pasan por Puebla con el objetivo de cumplir el llamado “sueño” americano.
A un mes de que el gobierno norteamericano redujo las posibilidades de alcanzar un asilo, es evidente la caída en las detenciones. Al mismo tiempo en que disminuyen las detenciones, en las últimas semanas, el gobierno norteamericano aumentó las acciones de expulsión y se tiene el registro de más de 24 mil personas devueltas a 20 países, entre ellos, a México.
En medio del proceso electoral, la migración es utilizada con fines políticos. Por un lado, los integrantes del Partido Republicano acusan al presidente demócrata, Joe Biden, de no hacer lo suficiente para frenar la afluencia de migrantes.
Al mismo tiempo, los correligionarios de Biden lo defienden y echan la culpa a Trump de iniciar acciones contra los migrantes con motivos políticos.
La realidad es que Estados Unidos es un país formado por migrantes y el tema del paso irregular puede aportar votos a los candidatos presidenciales. Por ahora, una parte importante de los llamados “sin papeles” se están “estacionando” en estados como Puebla y esperan continuar su camino en cualquier momento hacia la frontera norte mexicana.
