El debate de un técnico interino para que la Selección Mexicana de futbol pueda cumplir compromisos comerciales es interesante. Habrá quienes entiendan que hasta asumir Yon de Luisa su cargo no se podría hacer una planeación.
Como existirán aquellos que critiquen que independientemente de tener continuidad en el nuevo organigrama técnico de la administración, es responsabilidad de la parcela deportiva el tener siempre preparada una lista de candidatos.
También se vale cuestionar que la búsqueda de un nuevo estratega nacional estuviera supeditada a la continuidad de Juan Carlos Osorio. Aun cuando desde hace algún tiempo en el medio futbolístico se sabía que el colombiano no continuaría por situaciones extracancha.
Además, es válido defender un proceso de reflexión y reclutamiento sin prisas, tal como lo argumentó Guillermo Cantú al declarar que la decisión es más importante que urgente.
Sin embargo, quienes defienden estos tiempos de deliberación parecen olvidar que el futbol, como cualquier deporte profesional, tiene fechas límite preestablecidas. Razón por la cual, me parece que el mandar a un interino a dirigir los partidos de nuestra Selección Mexicana en Houston y Nashville es un gesto que no va acorde a la lealtad y a la pasión de nuestros paisanos del otro lado del río Bravo.
Lo del homenaje es una salida creativa e inteligente, pero hasta ahí. Pero no hay de otra, a menos de que el candidato ideal sea Matías Almeyda, quien se encuentra disponible y a la espera de esta oportunidad.
Sin embargo, a pesar de la disponibilidad del argentino y su gran perfil, estoy totalmente de acuerdo con la columna escrita por Rafa Ocampo el martes en que las opciones no son homogéneas. Como escribí el viernes, esta tarea sería mucho más sencilla y menos controvertida si se tuviera una descripción de puesto a conciencia del perfil que se busca. Así como en caso de que se tenga, se pudieran compartir las líneas generales de la misma con el entorno del futbol mexicano.
Esto en el entendido que será complicado encontrar un candidato que le llene el ojo a todo mundo, especialmente en un mercado de entrenadores donde la mejor alternativa para el Real Madrid resultó Julen Lopetegui.
A menos de que suceda un milagro y aparezca un estratega monedita de oro que convenza a todo el entorno del futbol mexicano y quién además quiera dirigir a nuestro país.
Encontrar al Guardiola de consenso entre todos los sectores de nuestro balompié parece misión imposible. Como también resulta impensable darle la alternativa a un joven, esto a pesar de que la mira sea hacia un ciclo de ocho años rumbo a la localía en 2026. Y si de un ciclo de casi una década se trata, vale la pena considerar que un candidato idóneo para hoy, como lo sería el autodescartado Ricardo Ferretti, tendría 72 años al arrancar nuestro Mundial.
Para finalizar, la secrecía que prevalece en nuestro futbol hace impensable la idea de hacer partícipe al entorno en la designación. Razón que la hará controvertida sea quién sea el elegido para llevarnos al quinto partido como local, tal como se dio a entender será el principal objetivo del nuevo estratega nacional y por lo que se defiende que este nombramiento es más importante que urgente.
En la FMF se tomará su tiempo para designar al seleccionador, ya que tienen margen para evaluarlo y en el mejor de los casos será hasta dentro de ocho años que se podrá calificar la decisión.
La cifra...52 juegos...
dirigió Juan Carlos Osorio a la Selección Mexicana, con un balance de 33 triunfos, 9 empates y 10 derrotas.
