Las reacciones que han dado los actores políticos a los hechos de violencia registrados en el proceso electoral de Puebla permite atisbar qué harán en caso de que tengan un mínimo de poder entre las manos.
No es cosa de juego, ni de bromas, ni de ocurrencias, ni se trata de descalificar en lugar de argumentar con solidez y con el respaldo de una investigación estructurada: en Puebla son más de 22 mil las personas que aspiran lo mismo a una presidencia municipal, que a una regidora o a una sindicatura.
Necesario es prestar atención a los aspirantes a gobernar uno de los 217 municipios. A ellos, como los de todo el país, los dejaron fuera del protocolo que presentó el INE el 7 de febrero y, por ejemplo, hasta el miércoles de esta semana en Puebla 44 candidatos a un cargo de elección popular habían pedido medidas de protección; a 22 ya les fueron otorgadas, dijo Javier Aquino Limón, titular de la Secretaría de Gobernación.
Aquí una lista de los hechos violentos que quedarán registrados:
28 de febrero: Evelyn Nazareth Fernández Parrasales, candidata del PAN a la alcaldía de Zihuateutla, sufrió un atentado con armas de fuego a las 12:15 de la madrugada, en Xicotepec.
10 de marzo: Carolina Beauregard, candidata del PAN a diputada federal por el Distrito 12, fue víctima de intimidación física durante un recorrido político.
14 de marzo: Sergio Sandoval, presidente municipal de Ajalpan, recibió amenazas verbales y vía telefónica.
23 de marzo: Jaime González Pérez, candidato de Morena a la alcaldía de Acatzingo, fue asesinado.
7 de abril: Mario Franco Barbosa, candidato del PRD en Ajalpan, sufrió un atentado directo en el que resultó herido en una mano.
9 de abril: a balazos fue asesinado Juan Carlos Venancio, esposo de Magdalena Cadena Ramírez, candidata de la alianza PAN-PRI-PRD-PSI a regidora en Tehuitzingo.
14 de abril: fue asesinado Néstor Amir Mora González, cantante y precandidato de Morena a la alcaldía de Olintla.
17 de abril: Adán Muñoz Garrido, integrante de planilla del PRI a la alcaldía de Chignahuapan, fue secuestrado y golpeado.
22 de abril: Mario Riestra Piña, candidato del PAN a la presidencia municipal de Puebla, fue amenazado verbalmente en San Francisco Totimehuacan, ciudad de Puebla.
Hay casos en los que no se conoce la fecha de la agresión, como el de Blanca Estela Juárez Becerra, abanderada del PRD agredida previo al arranque de campaña por la presidencia de Amixtlán; o el de Rosalva Mont, precandidata del PAN a la presidencia municipal de Zinacatepec, quien recibió amenazas vía telefónica.
Ajá, la mayoría de ellos aspira a ocupar alguna responsabilidad municipal una vez que se conozcan los resultados de las elecciones. Por eso sorprende la ligereza con la que se ha tomado la denuncia de amenaza que hizo Mario Riestra Piña, uno de los candidatos a la alcaldía de la capital del estado. Digámoslo de otra forma: están en juego cargos de elección popular, no la vida de los candidatos.
Al Margen
Preguntas para los voceros de Alejandro Armenta Mier: ¿no era más fácil dejar que la Fiscalía General del Estado hiciera su trabajo y si Mario Riestra mintió sobre las amenazas que ese sólo hecho descarrilara no su actual candidatura sino para siempre su carrera política?, ¿por qué la urgencia de descalificar?
Suponiendo que los estuvieran evaluando para una vez que se gane la elección ser considerados en una de las responsabilidades que habrá en la nueva administración… ¿descalificar y hacerle la chamba al fiscal los califica para servir en algún nivel de gobierno?
