Política

Me levanto cada día con la idea de que mi hija merece justicia

Nosotras no pedimos estar aquí, estamos porque asesinaron a nuestras hijas

(Irinea Buendía Córtes)

Es 10 de mayo del 2025, Irinea Buendía, la madre de Mariana ha convocado a ‘una velada con motivo del XV aniversario luctuoso de la muerte violenta de su hija Mariana en el zócalo capitalino, ubicado frente a Palacio Nacional, CDMX…’, estará acompañada de otras madres de familia que, como ella, han dedicado los últimos años de sus vidas a la exigencia de justicia por desaparición y feminicidio de sus hijas.

La elección de las fechas para esta convocatoria, 9 y 10 de mayo, es visibilizar que en este país también hay madres de familia como ellas, y miles más, cuyos motivos ‘de celebración’ no corresponden a las narrativas hegemónicas que inundan desde los gobiernos y medios de comunicación ‘en el día de las madres’. Ellas ejercen maternidades desde la resiliencia, la exigencia, la resistencia, el duelo y el dolor que han convertido en motores para mantener vivas las memorias de sus hijas.

Ellas son voces, presencias, testimonios. Maternidades que narran desde la dualidad y los contrastes. El amor vivo de haber tenido a sus hijas y el dolor infinito de no saberlas más. Ellas están de pie, exigen desde la más digna rabia. Ellas son mujeres madres que no eligieron dejar de celebrar y que exigen como un derecho que les ha sido negado, el ser nombradas en un país que intenta desdibujar las cada vez más.

***

Era un sábado a mediodía, con un sol que amenazaba con quemar la piel y todo lo que lo retara a su paso, conocí a Irinea Buendía Cortés, una mujer con un bastón en su mano derecha, y un altavoz sostenido fuerte y verticalmente por su mano izquierda, su voz tenía como epicentro el hemiciclo a Juárez, pero estoy segura cimbraba toda la alameda y sus alrededores. Sus palabras eran tan contundentes como su mirada, la realidad es que pese a su estatura que no debe rebasar el 1.55 su cuerpo en su conjunto comunica tanto como su voz, la consigna reiterada; ¡justicia para nuestras hijas!. Al lado de ella, otras muchas mujeres, treinta o cuarenta tal vez, varias de ellas madres de familia, hermanas, hermanos de mujeres víctimas de feminicidio, en otros casos de mujeres desaparecidas.

Al término de su intervención, participa activamente de múltiples convocatorias para seguir exigiendo justicia, la abordé. Su trato fue cálido desde el primer momento lo único que me pedía para continuar nuestra conversación era un espacio para sentarnos, preferentemente en la sombra. Se sentía cansada, pero su semblante la contradecía, bastó que le preguntará sobre su hija para que ella recuperará fuerzas y hablará como si aún la acompañará el altavoz, fuerte, claro y sin administrar las palabras.

Escuchar a Irinea es escuchar a una amorosa y orgullosa madre “soy madre de Mariana Lima Buendía, una joven de 29 años estudiante de Derecho, que como el resto de mis hijos iba a ser profesionista”. Es identificar en cada palabra emitida a una voz libre, sin miedo, sus genes revolucionarios le atraviesan ese carácter, su tierra natal fue Tenextepango, Morelos en medio de una familia que debió enfrentar múltiples carencias, lo que explica que ella no haya podido concluir sus estudios formales.

…Mi abuelo nos platicaba de Zapata, de su vida, de su asesinato, crecí con esas historias…Desde chica me he defendido, incluso de mi papá le cuestionaba la forma en la que trataba a mi madre, una mujer muy trabajadora, es la única violencia que viví, aunque nunca le tuve miedo a mi papá…

…Tuve cinco hijos, tres mujeres y dos hombres, todos con facilidad para hacer amistades. Tienen un carácter que propicia confianza, Mariana por ejemplo tenía muchos amigos, era generosa…

…En cambio su vida con Julio Cesar todo cambió, siempre vivíamos con miedo por ella, mi hija solía intentar tranquilizarnos diciéndonos todo está bien, solo me pegó…

…Esa noche que la mato me acosté preocupada, siento coraje conmigo misma por no haber presentido nada…

…Si me he cansado en estos años de lucha, es muy cansado, pero en definitiva no tiraré la toalla…Tengo problemas con los oídos que procuró atender…Y al contrario, yo ánimo a otras mujeres-madres, les digo que si yo he podido seguir ellas también van a poder…

Escucharla es reconocer a la mujer autodidacta, de formación normalista, bien pudiera acreditarse como abogada. Explica con toda claridad y sin pausas lo ocurrido con su hija y la obstrucción a la justicia por parte de las autoridades misma que derivaron en la sentencia por feminicidio emitida por la Suprema Corte de Justicia conocida como “Sentencia Mariana Lima Buendía”.

…En el 2006, previó a concluir su carrera mi hija se trasladó a la Procuraduría de Chimalhuacán, estado de México, a realizar su servicio social, ahí es donde conoce a Julio Cesar Hernández Ballina, él era policía judicial. Se enamora de él y se casan. Ella pensó que ese matrimonio le permitiría continuar con su proyecto de vida, pero él le quitó todo, hasta la vida… Una relación que comenzó en el 2008 y culminaría con el asesinato de Mariana el 28 junio del 2010...

…Un hombre que había tenido muchas parejas, amantes, también tenía un hijo. Esta información la tenía mi hija, él le llamaba a esto honestidad…

…En junio del 2008 lo conocimos (la familia), yo le decía a mi hija que tuviera mucho cuidado, como madre sentía cierta desconfianza, sin conocerlo. Cuando lo conocí se reafirmó la mala impresión, cuando conozco a alguien yo veo a los ojos, Julio César tiene una mirada muy particular, como una rata acorralada…

…Cuando vino a pedir su mano, que realmente vino a ponernos ante los hechos, no vino a tomar nuestra opinión como familia. Nos avisa de una recepción el 13 de diciembre para casarse. Nosotros debimos aceptar porque habíamos educado a nuestros hijos para que ellos tomaran sus propias decisiones…En una decisión tan importante no podíamos no estar con ella…

…Él con 46 y ella con 27 años, la boda civil se realizará en Chimalhuacán, la fiesta concluye con él borracho. Eso me molesto mucho, y en su momento le dije, ni a mis hijos les permito que tomen en mi casa, mucho menos a ti…Peor inicio, se puso muy grosero, prepotente como solía ser…

…Horas previas a la boda, mientras arreglaban a mi hija le dijimos: siempre te vamos a apoyar, si sucede algo, recurre con nosotras, siempre vamos a estar para ti…

…Durante su boda la veo tensa, preocupada. Era evidente que no era lo que ella esperaba. Por parte de su familia lo acompañaron a él su mamá, dos hermanas y algunos sobrinos, con ellos también fue violento yo sé lo que hago, le reviraba quien pretende moderar

…Se queda con Usted, esperamos que la haga feliz, fueron nuestras palabras al retirarnos esa noche…

…Y resulta que le entregamos una mujer viva, llena de proyectos y 18 meses después nos entregó un cuerpo sin vida…

…Desde que se casaron todos los días conocí de episodios de violencia con mi hija, en la mañana, al medio día y en la noche…La humillaba. Nunca estuvo conforme con nada que ella hacía. Ella se salió de trabajar para dedicarse a él, las visitas a nosotros solo cuando le eran autorizadas…

…Varias veces se separó de él, nosotros fuimos por ella en algunas ocasiones, en otras ella llegaba sola. Siempre fue la misma mecánica, a los dos o tres días regresaban. No lo supe sino hasta que la mataron, ella regresaba porque él la tenía amenazada de matarnos o bien le echaba en cara la inmunidad que le daba presuntamente el cargo a mí nadie me hace nada porque soy policía judicial…

…También tatúo su piel, le puso su apellido en la espalda “Ballinas”, eso lo supe cuando me enseñaron sus fotografías cinco meses después en el expediente de la Procuraduría…

…El 28 de junio del 2010 mi hija a las nueve de la mañana llega a mi domicilio, entra llorando, pero al mismo tiempo decidida de dejarlo, de divorciarse…Comenzamos a abordar los planes una vez que lo hiciera, concluir su escuela, trabajar, otra forma de vida sin Julio Cesar…

…Cuando salí de mi casa eran las doce treinta, sale una mujer con su proyecto de vida. Promete regresar a las tres de la tarde. No lo hará. Mi error fue no ir a buscarla, no lo hice porque pensé que una vez más se habían reconciliado…

…A las cinco de la mañana recibo una llamada de Julio Cesar, sus palabras, Mariana se ahorcó, mi primera reacción fue ya la mataste hijo de la chingada…

…Después de su asesinato un expediente de cinco hojas era contundente de la no actuación de la autoridad, a él siempre le creyón su dicho, ella se suicido…

Será ella quien acuda a verificar lo dicho por el esposo de su hija. Llegará a casa, encontrará las puertas abiertas, sube a la habitación donde encuentra el cuerpo de su hija casi desnudo recostado en la cama. Lo primero que hará al ver a su hija será besarla. Su cuerpo recién bañado, así lo delató su cabello húmedo y la piel arrugada por el efecto del agua. Su cuerpo tenía visibles golpes. Su hija no estaba en posición de haberse suicidado, como él le había anunciado en la llamada. Con 65 kilos de peso lo único que pudo haberla (absurdamente) sostenido era una armella pegada a la pared. La autopsia revelaría que la había asesinado un día antes.

Con una ausencia de protocolos la autoridad se presenta a las 8.20 de la mañana, lo hará sin asegurar la zona de los hechos, comienzan a conflictuarse con Irinea y su otra hija que la acompañaba. La autoridad no va ser garantía de acompañamiento, menos aún de imparcialidad. A la escena llegará Julio Cesar, Irinea con una fuerza inexplicable se le pone en frente y le dice, “…debes de sentirte satisfecho, ya la mataste…”. Como respuesta Julio Cesar le adelantó “…voy a quemar a su hija y me voy a quedar con las cenizas…”. Irinea con un pensamiento rápido que nunca perdió a pesar de la tragedia le responde, “…ya sé porque la quieres quemar, quieres eliminar evidencias...”.

El cuerpo de Mariana le fue entregado a Julio Cesar, “porque él era el esposo”, la familia solo observó. Al funeral todos acudieron. A petición expresa y reiterada de la madre Mariana no será incinerada, y para fundamentar su dicho, declarará ante la autoridad la violencia que vivió su hija con él, lo que hacía muy probable un asesinato, no un suicidio que solo se acreditaba con el dicho de él, como hasta la fecha.

Irinea desde un primer momento jamás aceptó el dicho del asesino. Ella conocía a su hija y lo que había vivido, con ello comenzó su camino de exigencia a las autoridades. El duelo debía esperar, la justicia en México no da tregua para que las víctimas vivan ese necesario proceso. Durante estos meses para Julio Cesar no cambia la vida, como ocurre con muchos de los agresores.

Caminará sola en sus intentos los primeros meses, en febrero del 2011 escuchar un programa de radio cambiará sus circunstancias, una entrevista a una mujer que había perdido de forma parecida a su hija. Ese día escuchará por primera vez la palabra feminicidio. Tomará el teléfono, rápidamente agendará una cita y se presentará con las únicas cinco hojas que contenían el expediente de su hija.

En noviembre del 2011 se determinará el ejercicio el no ejercicio de la acción penal, “las autoridades dijeron que no había elementos para consignar el expediente”. El 17 de noviembre los representantes de Irinea presentaron un recurso, ya en ese momento la acompañaba el Observatorio Nacional de Feminicidio. Es una segunda etapa marcada por una lucha judicial incesante, una serie de amparos, en el mes de Enero les es respondido uno de éstos a favor.

En febrero de 2012 llegarán a la Suprema Corte de Justicia. El siguiente año esta institución, de forma histórica, decide atraer el caso con el argumento de que este caso no había sido lo suficientemente atendido. El 25 de marzo de 2015 será cuando la Corte decide ampararse “por las falencias, irregularidades y obstrucción a la justicia”. Como una inexplicable coincidencia, esta fecha Mariana cumpliría años.

Desde el 23 de junio del 2016 Julio Cesar se encuentra preso, han debido pasar seis años para que esto ocurriera, debemos ser enfáticos se trató de un logro de Irinea, sólo de ella y de sus aliados legales,

…nos vamos acompañando con la espada de la justicia, no de pelea…De haber llegado al Observatorio prácticamente encogida, con miedo, aprendí a hablar, soy otra…

En tanto Irinea acudía a cada una de las diligencias la familia ha debido caminar a cargo de sus propias circunstancias, en sus palabras,

…mi esposo e hijos siempre han estado al pendiente de todo, siempre hablamos, aunque separados hemos permanecido juntos. Ellos no han dejado de trabajar, es necesario el dinero para que yo pueda seguir en la lucha. Mi esposo ha sido muy noble, ahora ha enfermado con el tiempo porque no ha expresado sus emociones…Sin embargo no queríamos dejar de luchar, ni mi hija ni una mujer merece morir de esta manera…Estoy convencida de que mi hija estuvo en el lugar y tiempo equivocado…

Mariana no se ha ido del diálogo de sobremesa de su familia,

..nos acordamos de ella, de su infancia, de la familia que éramos…En particular una de mis nietas, Nahomi Franccesca la tiene muy presente, en días pasados le escribió una carta a Mariana, me dieron ganas de llorar en cuento la empecé a leer, todo me impresionó. Nunca imaginé que había registrado tantas impresiones con apenas 8 años, era una niña cuando la mataron…

Con 66 años cumplidos no es la misma Irinea que en el 2010, hoy es una mujer más fuerte y preparada, sin embargo, a pesar de ser una de sus siguientes metas estudiar la licenciatura en Derecho considera,

…no estoy lista aún, el proceso legal de Mariana me quita mucho tiempo, no dejo de estudiar el expediente, me lo he ido aprendiendo de memoria los trece, casi catorce, tomos los he revisado más de cinco veces, lo hago yo sola…

No será fácil obtener una sonrisa de una mujer que se ha propuesto ser todo el tiempo estoica. Ha aprendido a verse en el espejo “a los ojos”,

…yo no recuerdo haber llorado cuando mataron a mi hija, a pesar de que mi otra afirma que sí, yo creo que se confundió, yo estaba muy enojada…Después de ese dolor ninguno más grande…

…no me da miedo que me maten, sé a lo que me arriesgo. Eso sí, si lo quieren hacer no les suplicaba yo por mi vida…

Desde hace varios meses y después de una serie de eventos que dan cuenta del hostigamiento a su familia, Irinea y su esposo decidieron salirse del estado de México, en fechas recientes vive sola, su esposo ha regresado a casa. Ella ha aprendido a vivir y disfrutar la soledad, no teme, su único temor es que algo ocurra con alguien más de su familia. Al escribir nuestro diálogo el proceso contra Julio Cesar continúa.

Las horas pueden pasar conversando con Irinea, se mantiene afable, su tono de voz suaviza el paso del tiempo, su formalidad no desaparecerá “oiga, mire, le platico, le comento”, así se siente cómoda y procura ser cálida, es su forma de agradecer la escucha de su testimonio. No busca venganza, está enojada, aunque lo parezca, es imposible no distinguir a una mujer que tuve frente a una mujer de férrea fe,

…Dios es muy sabio, tiempo antes mi esposo y yo habíamos comprado unas pistolas, pero cuando nos convertimos al cristianismo, seis o siete años antes del asesinato de mi hija decidimos venderlas convencidos de que Dios nos cuidaba, ahí estuvo su mano para evitar que yo me comprometiera…

…El asesino de mi hija se salvará de la ley de los hombres, pero no de la de Dios nunca se van a salvar…terrible cosa es la que él hizo y mi Dios va hacer justicia…

…De camino a casa de mi hija para buscarla, siempre rogué a Dios que no fuera cierto…


Google news logo
Síguenos en
Iovana Rocha
  • Iovana Rocha
  • Activista insistencialista, feminista de lo cotidiano y aprendiz de la prosa intimista. Escribo sobre las historias de vida de las otras mujeres como un acto de justicia y transgresión.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.