
Es un lugar que pocos conocen. Está en la colonia Doctores. Es como trasladarse del mundo de la decoración al arte, donde moldean figuras con barro, para después introducirlas en un horno con temperatura de 950 grados. Esta quema tarda unas 15 horas. Es solo una de las etapas.
Colaboran artistas plásticos, diseñadores, arquitectos y chef, algunas de cuyas piezas, fundidas en cerámica, han sido presentadas en la Feria de Arte Contemporáneo-México, MACO, y otros recintos, como aquí mismo, en el que hay una sala permanente de exhibición.
Ánfora Studio es de la empresa que lleva ese nombre, fundada por inversionistas alemanes en el año 1920; pero, en el marco de la Segunda Guerra Mundial, el gobierno mexicano la expropió y la manejó por un corto tiempo, pues fue devuelta al término del periodo bélico.

Entonces se convirtió en un sello familiar, donde “lo maravilloso del trabajo”, como dice la diseñadora industrial Sara Flores, es que las principales herramientas son la tierra, el agua y las manos. Lo expresa mientras amasa el barro para luego darle forma e introducirlo al horno.
El torno es otro instrumento. Lo que hace el torno es darle forma con pasta cerámica en barro. “Al final trabajamos toda la pieza, la dejamos secar durante tres, cuatro, cinco días, dependiendo del clima; ya que está completamente seca, entra a una primera quema”, añade Sara.
Su rol varía mucho, comenta Sara mientras mezcla una porción de barro. “Estoy en el proceso de contacto con el cliente, desarrollando un producto desde cero, o, incluso aquí en el taller; es decir, todo el proceso que conlleva la producción de una pieza cerámica”.
Después viene el esmaltado. Esta segunda quema tarda 36 horas. Es la más tardada porque es cerámica de alta temperatura que llega a mil 240 grados. Una vez salida del horno, pues ya es literalmente un producto terminado, puede ser puesto a la venta o para un cliente que la encargó.
La pieza a la que acaba de dar forma Sara es una lámpara dividida en dos partes, explica en el taller. “Pero en muchos otros casos pueden ser de hasta de cuatro piezas, más complejas, que al final terminan siendo una familia de piezas cerámicas”.
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La tierra que usan para hacer el barro proviene, principalmente, de Oaxaca, un estado rico en dichas tradiciones, explica Sara Flores en el taller, situado entre las calles Doctor Erazo y Doctor Lucio, colonia Doctores.

Hacer una pieza es demasiado laborioso. “El proceso del horno es bien interesante”, comenta Flores, “porque utilizamos esmaltes reactivos; eso quiere decir que las piezas siempre van a tener un acabado distinto; unos destellos y unas tonalidades distintas”.
Han trabajado con diversos artistas. Uno de ellos es Gustavo Pérez, quien ya tenía ciertos diseños con los tamaños y especificaciones del horno. “Fue algo muy particular porque estuvimos trabajando entre Ciudad de México y Jalapa; él es de Jalapa. Entonces era ir a Jalapa, conocer el estudio. Fue una gran experiencia para nosotros”, recuerda la diseñadora.
—Qué hicieron.
—Él hace escultura. Entonces nosotros hicimos un escaneo en tercera dimensión de una de sus piezas, obviamente todo guiado de la mano de Gustavo, y las agrandamos; hicimos una impresión tridimensional, y con esa hicimos unos moldes de yeso para cerámica.
Dichas obras se expusieron en Zona MACO de 2023.
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Y aquí la sala de exposiciones, con decenas de coloridas piezas de autor, entre los que hay utensilios de cocina, además, por supuesto, de esculturas que lucen en un alargado salón donde Saúl García, director de Ánfora Studio, describe con precisión lo que representa:
“Somos un espacio de creación, de exploración, experimentación y de colaboración donde unimos la cerámica con mentes creativas. Pueden ser chef, arquitectos, diseñadores, artistas.
—Siempre el enfoque artístico.
—El enfoque artístico es súper importante para nosotros, porque sabemos que es la esencia de donde pueden surgir muchísimas cosas. Y sabemos, además, que en México la creatividad y la alimentación visual que tenemos nos pueden llevar a mucho.
En los últimos años han colaborado más de 50 artistas. En la galería se exhiben algunas de sus obras, como la de Isaías Zavala. Uno de los temas fue la cerámica orgánica.
La empresa lleva haciendo cerámica en México desde hace más de cien años, a lo largo de los cuales “hemos entendido la importancia que tiene la cultura para la cerámica en nuestro país y para el desarrollo como sociedad”, informa Saúl García, quien pone como ejemplo de apoyo a la Bienal de Cerámica Utilitaria, que en este año realizará la onceava edición.
“En estas residencias se invita a colaborar hasta a cuatro artistas, que vienen en un periodo de dos meses a tres meses, dependiendo de lo que requiera su proyecto, y entonces ellos pueden desarrollar pastas, esmaltes, usar toda la infraestructura para poder generar piezas”, explica García.

Los artistas pueden trabajar sin ninguna atadura, añade, “porque cuando terminan su residencia, si desarrollaron un esmalte precioso que nos sirva para aplicarlo en un plato, pues ellos nos brindan la fórmula y ganan material, ganan recursos, mientras nosotros ganamos el conocimiento y la sinergia de tener artistas dentro del taller”.

—Hablabas de la cerámica orgánica de Isaías Zavala.
—Sí, él desarrolló, con pasta de porcelana, luminarias que remiten a los moluscos marinos, con grietas, con salidas de luz que se vuelven un objeto utilitario al ser una lámpara. Entonces eso nos sirve a nosotros para poder ver estas otras materialidades que no vemos en nuestras piezas.
Otro ejemplo es el artista Armando Cuspinera, quien desarrolló habitáculos para orquídeas, donde mezcla madera con cerámica, de tal modo que las plantas puedan vivir con humedad.
“Nosotros estamos muy acostumbrados a poner las plantas en una maceta sin entender la necesidad de la planta”, argumenta Saúl García, quien también habla de Bárbara Ayala, conocida como Manos sanas.
“Ella trajo tierra que recolectó por algunos lados, la mezcló y entonces obtuvo pasta cerámica de otro color; eso lo manejó completamente en el torno manual y entonces hizo unos cuencos muy interesantes, que hablan de todo esto que te digo, de lo orgánico”, especifica el director de la marca.