El partido Morena esta de cabeza. No han podido procesar su elección de nueva dirigencia nacional. Es más que obvio que las tribus están en plena batalla por alcanzar el control del partido.
AMLO ha dicho que no se meterá ni dará línea. Creo que sí dará línea y pondrá a quien le garantice total lealtad y afín a sus planes.
Los protagonistas en principio eran cuatro, Yeidckol Polevnsky, secretaria general en funciones y encargada de la operación y decisiones del partido al no haber entrado en presidencia, dado que fue AMLO y lo dejó para hacer campaña.
El dos es Bertha Lujan, cercana al jefe de los superdelegados, Mario Delgado, líder de los morenistas en la Cámara de Diputados, y Alejandro Díaz Durán, cercano a Monreal, líder del partido el Senado. Todos según dicen tienen la venia del jefe.
En los últimos días se sumaron dos más, los diputados federales Porfirio Muñoz Ledo, quien dice que Morena ya salió de su corazón y Alfonso Ramírez Cuéllar.
Pero los hechos dicen otra cosa.Yeidckol Polevnsky rechaza la elección del domingo pasado, en donde fue electo el diputado Ramírez Cuéllar, y la califica de ilegal, porque en ese momento era diputado federal lo cual le impide competir por la dirigencia del partido, según sus estatutos.
Yeidckol Polevnsky es quien legalmente encabeza Morena y tiene facultades estatutarias para ejercer la representación “política y legal del partido”.
Pero las cosas tienen otra dimensión. En la práctica AMLO decidió poner orden en el partido. El pleito entre Yeidckol Polevnsky y Bertha Lujan las dejó fuera y hoy no tienen el control del partido, lo tiene Ramírez Cuéllar y además seguramente no ganarán. Las circunstancias se perfilan a favor de Mario Delgado, ya verá usted.
Y le digo de las dimensiones porque ante los pleitos internos por la dirigencia de Morena, al menos dos partidos y cuatro agrupaciones políticas que aspiran a serlo y obtener su registro, se perfilan y quieren ser la base electoral del presidente AMLO. Esto con el fin de mantener el movimiento social que llevó al poder y pelear por el control legislativo absoluto en la LXV Legislatura.
Finalmente, a río revuelto, ganancia de pescadores y estos pescadores políticos quieren no solo garantizar su permanencia en el sistema político, sino convertirse en un partido con millones de seguidores y desbancar a Morena. La decisión pues solo la tiene AMLO, pero al final los electores son los que deciden.
Así las Cosas, hasta pronto.
