Lo que tú crees correcto, probablemente, para muchos no lo es, y tomar con respeto la forma de pensar de cada quien es una obligación irrefutable con la que debemos vivir y convivir.
Si estás construyendo un proceso de manera que los objetivos sean positivos, debes entregar el corazón a esa sensación, teniendo claro no pisar o atentar contra nadie.
No dudes que en este trayecto enfrentarás desafíos disfrazados de personas que, con acciones no tan amorosas, quieran demostrar que estás equivocado; realizarán estrategias para que desistas y seguramente de forma cobarde te juzgarán, sin decirte de frente que no están de acuerdo con tu forma de pensar.
El consejo sabio (y ñero) que alguna vez me dieron fue este: ¡aguanta vara!; el tiempo pondrá todo en su lugar.
Así que sin pelear, pero también sin dejarte, aguanta lo más posible esos desplantes, soporta con categoría esas calumnias y sigue brillando; te darás cuenta, cuando los mires a los ojos y bajen la mirada, de que saben que están fallando. Y con humildad sigue avanzando.
