En entrevista radiofónica, Daniel Giménez Cacho cuenta que en la actual puesta de ¿Quién teme a Virginia Woolf? no existe un director de escena, propiamente dicho.
El actor explica que fueron los mismos actores quienes en la práctica, primero en las lecturas y después en el escenario, fueron armando, diseñando, viviendo, lo que sucede en cada función que presentan.
Arriesgado, sin duda, pero muy interesante y exitoso —a juzgar por el resultado que han tenido— es este sistema de trabajo, que ya ha empleado Daniel en otras ocasiones, junto con Laura Almela.
Hacerlo demanda de actores de primerísima: lo son Giménez Cacho y Almeda, quienes dan vida al tremendo matrimonio nacido de la pluma de Edward Albee, y que se ha colocado como uno de los textos más sólidos del siglo XX, y de los más representados en el mundo entero y, por supuesto, en nuestro país.
¡Qué gran trabajo!, nada fácil es dar vida a estos dos seres que transitan al mismo tiempo en la decrepitud absoluta y la histeria total.
Se atacan, se aman, se destruyen, se complementan, todo al mismo tiempo. Son cómplices y enemigos al unísono.
Su contraparte es un matrimonio joven, inocente, que poco a poco se irá descubriendo igualmente dañado.
Excelente también se han visto Ana Clara Castañón y Pedro de Tavira, que están más que a la altura de los dos enormes actores que son Laura y Daniel, con los que comparten escena.
Si bien en su momento ¿Quién teme a Virginia Woolf? fue considerada la muestra contundente del fin del sueño americano; hoy, casi seis décadas después, sigue tan vigente como en su estreno, pues, lastimosamente, es la prueba del fin de un mundo idílico, que cada vez se aleja más, en el que la razón tenía un lugar.
La puesta en escena, con esta propuesta, se presenta en el teatro El milagro, solo hasta este domingo 5 de mayo.
@HugoHernandez