Política

Las poesías Amanecer y Crepúsculo… y la Astrofísica

Las poesías “Amanecer” y Crepúsculo” obras del poeta español, ganador del Premio Nobel en 1956, y conocido también por su libro “Platero y yo”, Juan Ramón Jiménez, nos trasladan a un momento fugaz y hermoso, que asumimos se repetirá en otro amanecer y otro atardecer. Pero no es así, ya que lo vimos en ese instante, nos dice la ciencia, nunca será igual o nuestro estado perceptivo, en otro día, será diferente.

Estos dos momentos efímeros han sido tomados por la literatura para crear obras bellas y sublimes tanto en la descripción del suceso como lo que acontece alrededor de él. La ciencia no podía quedarse fuera de su estudio en los diferentes tiempos y lugares porque como humanos al ser partícipes del monumental fenómeno, entre ellos, de los rayos crepusculares (rayos de luz solar, también llamados dedos de Dios o escalera al cielo) nos quedamos extasiados, conmovidos por los colores, matices e intensidad del evento.

¿Qué nos describe Juan Ramón Jiménez en sus dos poesías?

Primero declamemos “Amanecer”: Te quitaste, riendo, lo mismo que una reina loca, tu corona de sueños, y la echaste, radiando, al sol alegre; ¡y te abrazaste a mí toda desnuda, sólo con tus cabellos negros, blanca!

Ahora recitemos “Crepúsculo”: El poniente me invade con sus flores de oro, mientras, largo y lento, canta el ruiseñor de todos mis amores, ahogándose casi en mi garganta. Al ver este oro entre el pinar sombrío, me he acordado de mí tan dulcemente, que era más dulce el pensamiento mío que toda la dulzura del poniente. ¡Oh, dulzura de oro! ¡Campo verde, corazón con esquilas, humo en calma! No hay en la vida nada que recuerde estos dulces ocasos de mi alma.

Démosle una interpretación a las dos poesías (que en otros lectores puede ser diferente, ¡he ahí, lo hermoso de la poesía!). En “Amanecer” el amor es alegre, desbordante, se ha despojado de todo y la entrega es total.

En “Crepúsculo” la tristeza es absoluta, el recuerdo dulce de su amor contrasta con el desconsuelo, con su sentir sombrío y la belleza del ocaso.

Como es obvio el género es la poesía: “Del griego, poiesis, acción, creación, engendrar, dar a luz. Género donde se manifiesta la belleza y los sentimientos por medio de la palabra en verso o en prosa. Los griegos tenían tres tipos de poesía: La lírica o canción, cantada con lira o arpa, dramática o teatral y la épica o narrativa.”

Veamos quienes estudian estas maravillas, los astrofísicos: “Especialistas en la práctica y desarrollo de la física aplicada a la astronomía. Dentro de su amplio campo se halla el estudio de la descomposición de la luz del sol. Descubierta por William Hyde y Joseph von Fraunhofer en los finales de 1700, quienes observaron que dentro del espectro visible (región del espectro electromagnético que el ojo humano es capaz de percibir) había múltiples líneas oscuras donde tenía menos luz, o nada. Trabajos que sirvieron a otros científicos para identificar varios elementos químicos como el cesio, rubidio, helio en la atmósfera solar.”

El astrofísico se apoya en la espectroscopia (interacción entre la radiación electromagnética y la materia, con absorción o emisión de energía radiante), fotometría (medida de la intensidad de la luz emitida por objetos celestes) y la astrofotografía.

Entonces, ¿qué sucede en el Orto (ortus, nacimiento, salida o aparición del sol) y en el Ocaso (puesta del sol en el horizonte, cuando su altura es cero) con sus colores del espectro visible: rojo, naranja, amarillo, verde, azul, índigo y violeta? Todo se debe a la dispersión de Rayleigh: “La interacción de la luz del sol con la atmósfera de la tierra cuando viaja por sólidos y fluidos trasparentes. Lord Rayleigh fue el primero en explicarlo en 1871.”

Hemos analizado los amaneceres y atardeceres con sus dos maneras de trascendencia: literaria y científica y aunque todavía se cree que son disciplinas distintas hemos visto que las dos son hermosas y que a fin de cuentas se vuelven complementarias.

Hugo G. Freire


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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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