La Teoría de la Evolución interpretada del libro El Origen de las Especies por Selección Natural de Charles Darwin nos lleva a preguntar: ¿Qué es una Teoría?
Hemos escuchado un sinfín de veces ¡Bah, sólo es una Teoría! No, ¡No digamos frases banales! Una Teoría para serlo ya cuenta con preceptos claros que guían a los científicos por caminos decisivos hacia un fin.
Teoría viene del griego “contemplar, observar, especular” acciones que conllevan la posibilidad de tratar un problema partiendo de algo definido.
Entonces una Teoría se construye con base en datos empíricos realizados por los tres conceptos anteriores que llevan a elaborar modelos aproximados de la realidad donde esas hipótesis se comprueban por el Método Científico.
Explicado el término teoría. Entremos en la Teoría de Charles Darwin y su obra magna El Origen de las Especies, misterio de todos los misterios, señala el autor.
El libro fue llenado de indagaciones en la naturaleza y de experimentos en múltiples ecosistemas, además se apoya en amplios estudios de ilustres científicos y naturalistas de su época y anteriores, tampoco deja de lado los juicios de gente especializada en cultivos y cría de animales. El autor apunta: “Lo hago con el fin de mostrar que no me he precipitado para llegar a un resultado.”
Asimismo con enorme humildad reconoce que las ideas para su teoría surgieron del economista Robert Malthus (1766-1834) quien afirmaba: “La población, si no encuentra obstáculos, aumenta en progresión geométrica. Los alimentos tan sólo aumentan en progresión aritmética” este demógrafo reitera con frialdad: “Afirmo que la capacidad de crecimiento de la población es infinitamente mayor que la capacidad de la tierra para producir alimentos.” Postulados que en el siglo XXI se vuelven más vigentes.
Darwin expresa: “La lucha por la existencia entre los seres orgánicos del mundo es la doctrina de Malthus. Como de cada especie nacen muchos más individuos de los que pueden subsistir, y como, hay una lucha por la vida. Todo ser, si varía, por poco que sea, tendrá mayores probabilidades de sobrevivir y de ser seleccionado naturalmente”
Cuando publica su obra levantó muchas críticas, entre ellas, su aseveración de que había un origen común para todos los organismos. Nos dice: “Que si se pregunta a los ganaderos, que sus reses desciende de un tronco común, se rieran con desprecio, están seguros de que cada raza desciende de una especie distinta, así como los cultivadores de peras o manzanas no creen que las semillas proceden del mismo árbol”.
Si el vulgo no distinguía las diferencias de una especie, ocurría lo mismo con los reconocidos como sabios ante la clasificación de especie y variedad. Señala: “véase qué número tan sorprendente de formas han sido clasificadas por un botánico como buenas especies y por otro como simples variedades”.
Para él las diferencias individuales que el clasificador no ve como vital son los pasos de las variedades que conducen a las subespecies y luego a las especies en el tránsito del organismo y de las diferentes condiciones físicas a que haya estado expuesto por largo tiempo y los caracteres más cruciales de adaptación, todo lo atribuye a la acción acumulativa de la selección natural.
Pero también expresa que aunque la naturaleza concede largos periodos de tiempo para la obra de la selección natural, cualquier especie que no se modifique y se perfeccione con relación a sus competidores será exterminada. “Los seres caracterizados de este modo tendrán seguramente las mayores probabilidades de conservarse en la lucha por la vida, y, por el principio de la herencia, tenderán a producir descendientes con caracteres semejantes. A este principio de conservación o supervivencia de los más adecuados es lo que he llamado Selección Natural”.
La Teoría de la Selección Natural desterró la creencia de todos los naturalistas de su época y para siempre que los seres orgánicos tienen una creación continua.