El gobierno del estado, en boca del secretario general de gobierno, Manuel González Flores, sacó del sombrero un conejo y la propuesta que ventilaron fue tan peculiar que la carcajada dio la vuelta al mundo.
Según ellos, para resolver el problema del transporte en Nuevo León basta con que el Congreso autorice un creditillo por 4 mil 910 millones de pesos para que con ese dinero se les compre a los transportistas todas las unidades, de modo que sea el gobierno el que asuma la responsabilidad de brindar a la ciudadanía el servicio.
González Flores dijo que "en defensa de los usuarios" y con el acuerdo de los transportistas, la administración de El Bronco está dispuesta a asumir esa responsabilidad.
Que se las crea su abuela.
Bien ha dicho la gente: si van a manejar el transporte como la Ecovía y el Metro, estamos fritos, pues han probado ser unos inútiles.
En todo caso, si van a usar ese dinero para comprar camiones, lo inteligente sería adquirir nuevas, no armatostes que ya sabemos cómo están. ¿Y por qué premiar a un gremio de transportistas que no tiene llenadera? Dicen ellos que están al borde de la quiebra.
Pues entonces no estarían peleando como lo han hecho: en otras partes del país, donde el combustible y las refacciones cuestan más o menos lo mismo, se ofrece más servicio y más barato.
Si de verdad el gobierno de El Bronco quiere defender a los usuarios, lo que debe hacer, en vez de endrogar al estado aún más, es hacer uso de sus facultades y requisar las unidades. Sin duda los empresarios estarán felices de que les quiten de encima este problema.
La otra opción, que requiere también unos arrestos de los que ha carecido la administración estatal, es la de expropiar los camiones.
Lo que mucha gente empieza a preguntarse, con justa razón, es de dónde le sale al mandatario tanta "cortesía" para con unos empresarios que se han mostrado reacios a todo lo que no sea su solución. Se ha manejado que El Bronco mismo es el dueño real de casi la mitad de los camiones, a través de prestanombres y testaferros. Para demostrar que no es así tiene que probarlo con un golpe serio. Un tarifazo el lunes sería la peor salida para un gobierno cada vez más desprestigiado.