Política

Los medios, corresponsables en una cultura diversa

La apuesta es que la permanencia de una figura pública en un medio de comunicación esté basado en la productividad y la preferencia de las audiencias de acuerdo con su desempeño o función encomendada y no con base en la estigmatización

Dos meses se visten de colores, explota la diversidad en la antesala del Pride. El 17 de mayo visibiliza una conmemoración fundamental, el día internacional de la lucha contra la homofobia, lesbofobia, bifobia y transfobia y marca el inicio de una serie de eventos públicos, sociales, culturales, festivos vinculados a las poblaciones LGBTTTIQAP+.

Múltiples llamados, desde distintos sectores buscan reflexionar sobre la importancia de seguir construyendo espacios diversos e inclusivos en los que todas las personas participen sin importar su preferencia sexual o identidad de género; en este particular, los medios de comunicación juegan un papel fundamental en una cultura que nos incluya a todas las personas. De aquí surgen interrogantes respecto de cómo parte de la sociedad influye, cuestiona y a veces veta sobre contenidos “permitidos” que se transmiten a través de los medios de comunicación y los digitales, y a su vez, en la elección de las personalidades que están al frente o que participan en programas, noticieros y teleseries, entre otros.

Es notable cómo aún en nuestro país, pertenecer o ser parte de las poblaciones comunidad LGBTTTIQAP+ y además ser una figura pública, representa ciertos riesgos principalmente por la forma en cómo se aborda a través de los medios de comunicación y las televisoras, en tanto que, para ciertos programas, como los reality show, visibilizar a las personas de la diversidad sexual representa un aumento de rating; para el caso de noticieros, programas de deportes, cultura, programas de revistas, por citar algunos ejemplos, el incluir a personalidades que se asumen abiertamente como parte de la diversidad sexual o deciden hacer pública su preferencia o identidad durante su participación en dichos programas ha representado su desincorporación, sustitución repentina o despido, e incluso, si son titulares de dichos programas, su salida del aire. Por ello, en una gran mayoría de los casos de comunicadoras y comunicadores, aún viven en un clóset velado para no causar incomodidades entre las personas consumidoras de los contenidos.

¿Cuál sería la apuesta? Lograr que la permanencia de una figura pública en un medio de comunicación, programa televisivo o digital esté basado en la productividad y la preferencia de las audiencias de acuerdo con su desempeño o función encomendada, y no con base en la estigmatización que se genera en torno a la sospecha sobre su preferencia u orientación sexual o identidad de género, y cómo tal causa puede generar escozor para ciertos grupos conservadores, de tal forma que, han tenido que salir del aire cuando claramente sus funciones no estaban vinculadas a difundir, divulgar ni promover ninguna acción o dar a conocer públicamente su vida privada, lo cual claramente no ocurre con personalidades heterosexuales.

Los medios, corresponsables en una cultura diversa. Hilda Téllez Lino
Los medios, corresponsables en una cultura diversa. Hilda Téllez Lino

Al respecto, el Experto Independiente sobre la Orientación Sexual e Identidad de Género de Naciones Unidas, se ha pronunciado por una “inclusión efectiva de las personas LGBTTTIQ+”, al señalar que la exclusión de las personas LGBTTTIQ+ del diseño, la aplicación y el seguimiento de las leyes y políticas que les afectan perpetúa su marginación social y económica, de tal forma que en el ámbito laboral, las personas LGBTTTIQ+ también se enfrentan a la discriminación y los abusos en todas las regiones y en todas las etapas del ciclo de empleo: contratación, promoción, formación, indemnización y despido, y en la aplicación de los beneficios en todo momento. Como consecuencia, estas personas se ven obligadas a ocultar su orientación sexual e identidad de género, lo que puede provocar una considerable ansiedad y pérdida de productividad1.

Podemos aún observar cómo ciertas figuras públicas han sido víctimas del escrutinio por hacer referencia a su orientación sexual, que en algunos casos ha afectado su desenvolvimiento laboral y su vida privada, lo que deja en claro que si eso ocurre con dichas personas, entonces ¿qué pasa, a diario en espacios laborales, oficinas e instituciones públicas o privadas?, ¿qué viven y enfrentan las personas de estas poblaciones que no cuentan con las herramientas o redes de apoyo para solventar intrusiones en sus espacios laborales, sociales o familiares?

Por ello, celebrar el orgullo en estas poblaciones es gritar que esta condición de vida, la pertenencia como persona LGBTTTIQAP+ nos debería hacer, como a cualquier otra persona, vivir sin etiquetas y con ello abolir las claras resistencias que nos impiden avanzar como sociedad en un país igualitario, justo, incluyente y diverso.

En ello tenemos una gran área de oportunidad: la designación de quienes dirigen o difunden contenidos públicos, televisivos o digitales deben basarse en un principio fundamental: que las propias audiencias se sientan identificadas, representadas, y no únicamente con respecto a su orientación sexual, sino a partir de la interseccionalidad de las diversas causas y contextos que pueden converger en una misma persona, hablando entonces de una inclusión real de personalidades con discapacidad, indígenas, adultas mayores y afrodescendientes, entre otras, y que además, pueden pertenecer a la comunidad LGBTTIQAP+, sin que dichas características sean las que definan su desempeño o su permanencia en un programa o espacio televisivo.

La apuesta es clara: dejar atrás los prejuicios que se asocian en torno a dichas figuras públicas, al morbo y expectativa de que se anuncie o se brinde un mensaje sobre su preferencia, orientación o identidad sexual, y caminar hacia la construcción de políticas televisivas y digitales verdaderamente incluyentes, diversas y no discriminatorias, donde las posibles cláusulas de restricción para su permanencia al aire no versen sobre ocultar o no asumir públicamente su orientación sexual ante las repercusiones en el rating y/o la pérdida de audiencia.

Sería idóneo apostar por reconocer que la progresividad de los derechos humanos no admite ningún tipo de retroceso en la garantía y protección de sus derechos, en cualquier espacio y en la toma de decisiones que las involucre; políticas que, además, deberían transitarse de la misma manera con respecto a otras figuras públicas pertenecientes a otros grupos sociales y/o en mayor situación de vulnerabilidad históricamente discriminadas.

En tanto, celebremos este mes con todos su colores y diversidad.


1. Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas. Experto Independiente sobre la orientación sexual e identidad de género. Portal Oficial. Inclusión efectiva de las personas LGBT. Disponible en: https://www.ohchr.org/es/special-procedures/ie-sexual-orientation-and-gender-identity/effective-inclusion-lgbt-persons


* Mtra. en Derechos Humanos y Democracia


Google news logo
Síguenos en
Hilda Téllez Lino
  • Hilda Téllez Lino
  • Maestra en Derechos Humanos y Democracia
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.