Así como se reconoce la trayectoria de jugadores, entrenadores y hasta directivos de la NFL, el agente de Kirk Cousins, de nombre Mike McCartney debería ser considerado un serio prospecto al Salón de la Fama, le acaba de conseguir un nuevo contrato millonario a su representado y lo hace sin triunfos bajo el brazo, con pocas victorias en temporada regular y con una carrera para el olvido en postemporada.
Es un hecho que Cousins jamás será mencionado para llegar al Salon de la Fama, sin embargo es uno de los quarterbacks en la historia que más dólares ha ganado en su carrera.
En 12 temporadas ha ganado más de 231 millones de dólares, cifra cuantiosa, pero que se ve pequeña en comparación de los 411 millones que tendrá al final de su carrera si cumple con el contrato que acaba de firmar con Atlanta Falcons, que importa ganar un Super Bowl, si ganas esa cantidad de dinero en una trayectoria en la NFL.
Si este veterano pasador cumple todas sus metas y gana sus bonos considerados para este 2024, podría ganar mas de 62 millones de dólares, 12 de los cuales son salario base y el resto en bonos, algo a lo que está muy acostumbrado a lo largo de su trayectoria.
En el año de 2012, los Washington Redskins buscaban un quarterback franquicia en el Draft y seleccionaron en la primera ronda a Robert Griffin III, un habilidoso pasador en colegial, pero que en profesional paso sin pena ni gloria, una fuerte lesión en un una rodilla lo disminuyó mucho en sus capacidades, incluso en 2020 se retiró de los emparrillados.
Como si sospecharan algo, los Redskins en la cuarta ronda también seleccionaron otro quarterback proveniente de Michigan State y se trataba de Kirk Cousins, un pasador que incluso se dudaba que se quedara en el equipo como suplente, sin embargo fue quien destacó y en 2015 ya era titular indiscutible, brillando estadísticamente y obligando a que el equipo le diera las gracias a Griffin III.
Washinton tenía mal equipo cuando Cousins jugaba ahí, sin embargo él brillo intensamente, logrando un rating en 6 años que superaba los 100 puntos, así como 99 pases de anotación y solamente 55 intercepciones, cifras buenas para un quarterback que como inicialista ganó 26 partidos y perdió 30.
En esos 6 años con el equipo Cousins ganó 45 millones, 996 mil dólares, cifra respetable pero que se ve mínima con los que gana actualmente.
En 2018, Kirk firmó con Minnesota Vikings y todos creyeron que los llevaría de regreso al Super Bowl y aunque jugó bien, nunca pudo establecerse como un quarterback elite, en 6 años ganó 57 partidos y perdió solo 30, pero solamente pudo llevarlos a playoff en un par de campañas; eso sí, ganó en ese período de tiempo la nada despreciable cantidad de 185 millones de dólares.
Para que un pasador en la NFL pueda ser considerado elite, debe ganar en postemporada y Cousins solamente ha jugado cuatro partidos, con marca de un ganado y tres derrotas, lo cual le garantiza que no llegará a ser considerado una leyenda.
Su carrera no solamente ha sido brillante en materia económica, también lo ha sido estadísticamente, ha jugado 150 partidos, de los cuales ha iniciado 145 y tiene 39, 471 yardas por aire, además de 270 pases de anotación y solamente 110 intercepciones.
Los Atlanta Falcons consideran que solamente les faltaba un buen quarterback para ser contendientes y decidieron darle un contrato millonario a Cousins y le pagarán, contando incentivos en 2024 la cifra de 62 millones, en 2025 la cifra de 25 millones, en 2026 la cifra de 45 millones y cerraría su contrato con un salario de 45 millones de dólares, con lo que se podrá retirar y vivir con una vida por demás asegurada por lo que le resta vida.
Lo dicho, hay jugadores como Tom Brady que juegan a ganar, quieren campeonatos, quieren gloria, otros lo que quieren es asegurar su porvenir y el de su familia, y también válido, Kirk Cousins pasará a la historia como un jugador que nunca brillo intensamente en la liga, pero que hizo lo suficiente para tener estadísticas decentes, y una cuenta bancaria llena de billetes verdes, muchos de los cuales se los debe al excelente trabajo de su agente, quien ha tenido la capacidad de hacer pensar a los equipos que con su representado llegarán al siguiente nivel, algo que al menos en Washington y Minnesota jamás pasó.
