Política

Ni en sueños

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Repantigado en el mullido sillón del amplísimo estudio, Gil pensaba en las ilusiones, esas esperanzas con o sin fundamento, buscadoras de sueños realizados, de algo que se anhela o se persigue. Eso es la iniciativa de reforma electoral del presidente Liópez Obrador. Gil considera que quedará en eso, en una ilusión desvanecida en el laberinto de este gobierno. Gil lo leyó en una nota de Zedryk Raziel en Animal Político: “La iniciativa de reforma propone modificaciones radicales al sistema electoral mexicano, que impactan la configuración del Congreso federal y en los estados, el financiamiento de los partidos políticos, la integración de los órganos electorales (el INE y el TEPJF), y el modelo de comunicación política mediante el que los partidos acceden a tiempos en radio y televisión”.

O sea, desaparecer el INE tal y como lo conocemos. La defensa de la autonomía del instituto pone de un humor negro al Presidente, si ya de por sí. Gilga sabe poco de la miga electoral, pero reconoce el disparate de una iniciativa a metros de distancia. Incluso hay comentaristas que afirman que no hay que detenerse a discutir insensateces y baratijas. La propuesta requiere el voto de las dos terceras partes de las cámaras. La iniciativa propone crear un nuevo Instituto Nacional de Elecciones y Consultas (INEC) y eliminar los 32 Organismos Públicos Locales Electorales (OPLE). El INEC se convertiría en la autoridad única que organizaría todos los procesos electorales del país, federales y locales, así como los ejercicios de democracia participativa, como consultas populares y de revocación de mandato.

Consejeros votados por el pueblo

Ahora mal sin bien: en el caso de los consejeros del nuevo INEC, se propone que cada Poder de la Unión proponga a 20 candidatos, mientras que en el caso del TEPJF se formarían listas de 10 candidatos por cada poder. Cada persona electa estaría en el cargo seis años. La persona más votada entre las listas de candidatos a consejeros del INEC ocuparía la presidencia del órgano. En cuanto a la presidencia del TEPJF, esta sería decidida por los integrantes del pleno. La jornada electiva para definir a los consejeros y magistrados sería el primer domingo de agosto cada seis años, con excepción de la primera jornada electiva, que sería en 2023. La reforma plantea reducir de 500 a 300 los integrantes de la Cámara de Diputados y de 128 a 96 los integrantes del Senado.

De verdad hay que ser un border line para imaginar la destrucción del INE. Oigan ésta de John Ackerman en su periódico La Jornada: “Ha llegado la hora para la renovación integral de la burocracia electoral heredada del neoliberalismo”. Lo dicho, un loco, pero antes limítrofe; hay otros seguidores de Liópez que no cantan mal las rancheras: Fernández Noroña, loco furioso (ya, ya, un día lo va a saludar su líder); Delgado Delgadín, loco, ojón y obsecuente, la lista es larga, vamos a quedarnos de momento con esta tercia de ases.

Gamés trae con él una idea no del todo original, pero barata como un bote pateado; que el instituto electoral, o como quieran llamarlo, Centro de los Sueños Realizados del Pueblo (CSRP), por ejemplo, dependa de nuevo de la Secretaría de Gobernación. Si el gobierno no hace fraudes, como se ha demostrado, y el Presidente y los suyos no son corruptos, como se ha demostrado, los comicios se organizan desde Gobernación, nos ahorramos dinero para el Tren Maya y Dos Bocas, las becas, los viejitos y las viejitas, en fon. Y que los consejeros ganen el salario mínimo, ¿para qué quieren más?

El INE resiste

Dirán la misa desde el púlpito de la mañanera, pero el INE ha resistido los embates de todo el aparato de gobierno empezando por su más alto funcionario: el Presidente de la República. Los consejeros electorales y muy principalmente Lorenzo Córdova y Ciro Murayama se han fajado ante los ataques de todo el circo de Morena. Lo cierto es que el Presidente se ha propuesto, aunque aún ni lo ha logrado, adueñarse del INE. Es que de veras, diría el clásico: cada cosa, un lío de los grandes.

Todo es muy raro, caracho, como diría Billy Wilder: “Las ilusiones son peligrosas, no tienen defectos”

Gil s’en va

Gil Gamés

gil.games@milenio.com

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Gil Gamés
  • Gil Gamés
  • gil.games@milenio.com
  • Entre su obra destacan Me perderé contigo, Esta vez para siempre, Llamadas nocturnas, Paraísos duros de roer, Nos acompañan los muertos, El corazón es un gitano y El cerebro de mi hermano. Escribe bajo el pseudónomo de Gil Gamés de lunes a viernes su columna "Uno hasta el fondo" y todos los viernes su columna "Prácticas indecibles"
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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