Miércoles 2 de septiembre. 7:05 am. Como dicen los clásicos: despuntaba el alba en la Ciudad de México. Doña Leona Vicario le pidió a su pareja sentimental, don Andrés Quintana Roo, que abriera la puerta, dos aldabonazos urgentes habían sonado en el portón. Todo yo, todo, yo, farfulló don Andrés, quien se armó de valor y le dijo a doña Leona: si sigues comprando en Amazon no podremos hacer la Independencia de México. La señora Vicario le respondió: tú recibe el paquete y luego hablamos; por cierto, Aldama no para de pedir dinero, dicen las malas lenguas que se lo juega en Las Vegas.
Cosas de la vida. Denise Dresser prometió que si lograba reunir 146 mil pesos con su equipo de recaudación para donarlos al Becatlón (ón-ón) 2020 para estudiantes del ITAM, ella se comprometía a bailar en público una canción completa de Maluma y que, incluso, le haría perreo a la rola.¿Y qué creen?: que logran su meta. Gilga lo vio con estos ojos que se han de comer los gusanos: Denise, con un irreprochable peinado de Thomas, un conjunto negro elegante y unas ganas de cumplir a toda costa y costo se reventó un popurrí de Maluma en el cual destacaba: “Ella borró el casete”. No seamos roñosos, Denise no lo hizo mal, pero el perreo falló y feo. No hubo perreo. Gilga exige que se refifa el fulfe de fiña, pero con perreo. ¿Estamos?
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12:40 pm.
Un sol de verano caía sobre la Ciudad de México y Gamés se reponía del baile de Denise cuando leyó el resumen de una nota de Pedro Domínguez publicada en su periódico MILENIO. El Presidente: “En efecto presentó su renuncia Víctor Manuel Toledo como secretario del Medio Ambiente, él es una gente honesta, un profesional de primera, pero está mal de salud; es una gente, repito, de primer orden, yo diría que el ecologista, ambientalista, más culto y consecuente del país”.
Oh, no, un ecoloco de primer orden que criticó al gobierno y de pronto sufrió quebrantos de su salud. Quizás así sucede, uno critica y en los días siguientes la salud se cae a pedazos y hay que renunciar al cargo. La verdad, no puede sino festejarse que el ecoloco se vaya a descansar a su casa. Esa es la buena; la mala es que llegará en su lugar María Luisa Albores, representante legal de una organización campesina, “TosepanTitataniske”, que en náhuatl quiere decir “unidos venceremos”. La verdad, “Intliacoxpatlislotl”, que en español quiere decir: no se la prolonguen. Ay, mis hijooos, estamos todos locos.
“Agradeciendo de todo corazón al Presidente haberme integrado, aunque fuera por un corto tiempo, a su gobierno, que no tengo duda está haciendo historia. Usted, señor Presidente es un ejemplo para el país, respetuoso de la libertad de criterio y de nuestro derecho a disentir”.
Toledo dio a conocer que fueron cuatro elementos los que lo llevaron a esa decisión. Sus casi 75 años, una cardiopatía contra la que ha estado luchando por más de diez, la amenaza de la pandemia de coronavirus y la alta conflictividad ambiental y social que se debe enfrentar desde la Semarnat.
A ver: 75 años no es la gran cosa: miren a Muñoz Ledo, a Bartlett, a Jiménez Espriú (cuando jalaba), en fon; la cardiopatía sí está del nabo, pero seguro ya sabía cuando aceptó el cargo, ¿o no?; de la pandemia se puede uno cuidar al máximo y si te pescó el bicho, ni modo, vea usted al Presidente, va y viene sin cubrebocas y parece el hombre de acero. Ahora mal sin bien: lo de la conflictividad ambiental y social de la Semarnat, eso sí está peor que las tres anteriores.
Toledo: “Retorno a mis actividades de investigador y de pensador crítico, es decir, sólo regreso a mi trinchera original, la de siempre que es la de la ecología política”, expresó el ecoloco.
El presidente López Obrador concluyó señalando que continuarán trabajando con Víctor Toledo como investigador. “No es una despedida (...) te vamos a estar consultando para tomar decisiones en bien del país y en defensa de la protección del medio ambiente, porque no vamos a destruir el territorio, no vamos, a costa de afectar el medio ambiente, a llevar a cabo un crecimiento sin ningún tipo de límite”.
Y hasta luego, amigo, ahí te ves. ¿Ya se dieron cuenta del gabinete que tenemos? Ay.
Todo es muy raro, caracho, como diría Arthur Schnitzler: “Estar preparado es importante, saber esperar lo es aún más, pero aprovechar el momento adecuado es la clave de la vida”.
Gil s’en va
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