Repantigado en el mullido sillón de su amplísimo estudio, Gil decidió, después de sesudas consideraciones, convertirse en ranchero; sí, un hombre de ranchos. Es facilísimo, en Tabasco casi los regalan. Y el precio del ganado también es de risa. Gilga tomó esta decisión luego de que leyó en su periódico El Financiero y en una nota de Alberto Hernández que el hermano del ex presidente Liópez es el feliz propietario de 13 ranchos. Ocho fueron adquiridos entre 2018 y 2024, periodo en el que su hermano Andrés Manuel López Obrador ocupó la Presidencia de la República.
Aquí viene lo interesante: de acuerdo con su declaración patrimonial disponible en el portal de la Secretaría Anticorrupción y Buen Gobierno de Tabasco, estas propiedades están valuadas en conjunto en más de 8.6 millones de pesos, de acuerdo con documentos patrimoniales consultados. Pero, ah, la parábola de Pepín consiste en que fue en el sexenio pasado cuando compró ocho propiedades rurales, por las que pagó alrededor de 6 millones 258 mil pesos, la mayoría en efectivo y de contado. En efe, nada le hace, nomás faltaba.
Pepín trabaja
Durante ese mismo lapso, Pepín López Obrador solo tuvo un empleo formal: se desempeñó como subsecretario de Asuntos Fronterizos y Derechos Humanos, en la administración de Adán Augusto López Hernández, cargo que ocupó por casi dos años.
Entre sus compras más recientes destaca un rancho adquirido en 2023, de 390 mil metros cuadrados, por el que pagó 3 millones de pesos; otro, del mismo año, con una extensión de 290 mil metros, le costó 465 mil pesos; y uno más, comprado en 2022, de 165 mil metros cuadrados, por 350 mil pesos. Lo dicho, Gil se transforma en ranchero y ustedes, lectora y lector, deberían hacer lo mismo.
En el año 2020, Pepín realizó al menos tres adquisiciones: un terreno de 150 mil metros cuadrados por 1.2 millones de pesos, otro de 212 mil 500 metros cuadrados por 543 mil pesos, y un predio de 580 mil metros cuadrados por 462 mil pesos. Caramba, andan regalando terrenos en Tabasco; vamos a Tabasco, que Tabasco es un edén. El dinero de chicle, se estira y se convierte en una fortuna.
El periodista Audelino Macario compartió en la red social X un recuento de los datos contenidos en la declaración del funcionario estatal y llamó la atención en que las otras cinco propiedades, Pepín las compró entre 2010 y 2016, después de ser presidente municipal de Macuspana (período 2004-2006), el otro único cargo público que ha ocupado en toda su carrera política.
Con esas adquisiciones sumó más de dos millones de pesos adicionales en operaciones de compraventa. De hecho, su primer terreno “rústico” lo adquirió en 1992, con una extensión de apenas 360 metros cuadrados, por el que pagó 200 mil pesos. Caracho, qué prosperidad la de Pepín.
Mientras José Ramiro, Pepín para los amigos, que coordinaba la campaña a la gubernatura del propio Javier May Rodríguez, el 10 de marzo de 2024, acudió a una agencia Massey Ferguson para adquirir un tractor modelo 285 del año, con un valor de 1.2 millones de pesos, pagado igualmente en efectivo. Ay, qué fijados, un milloncito, pregúntenle a Adán Augusto.
Declaraciones
La declaración patrimonial presentada el 30 de noviembre de 2024, indica que el buen Pepín no reportó otros ingresos ni empresas, y reconoció que en 2023 no tuvo empleo alguno. Para mayo de 2025, en que se actualizó el documento, tampoco se suma ningún otro ingreso, a excepción de su salario mensual de 89 mil pesos como secretario de Gobierno, equivalente a poco más de un millón 68 mil pesos al año. Hablen mal, pero con un poco de dinero bien utilizado se compra de todo y a muy buenos precios. Mju. Sip, anjá.
Por cierto, el hermano de Liópez también es ganadero, como Adán Augusto. Además, al igual que el senador, también reporta tener ganado, pero las ganancias que obtiene por la actividad pecuaria son inciertas. Lo único que se sabe, con base en lo declarado, es que en 2004, justamente en su primer año como alcalde, el macuspanense compró 694 cabezas de ganado, por un valor de 10.4 millones de pesos.
Caramba, qué fácil es todo.
Todo es muy raro, caracho, como diría Rousseau: “La humanidad debe gran parte de sus desastres al primero que cercó un terreno y dijo: esto es mío”.
Gil s’en va