Política

La temperatura de la democracia

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Hemos pasado a un mundo en el que todos pueden ser periodistas y a la vez tener millones de seguidores con los que interactuar a través de redes sociales, y todo esto sin un control centralizado. Así que hemos pasado de la escasez al infinito

Gil no se atrevía a cerrar la semana pues han empezado las campañas electorales, pero el tiempo no se detiene; oh, sí. En ésas estaba Gilga cuando leyó en la Cadena SER de España una entrevista a Martin Wolf, editor en jefe de Economía del periódico Financial Times y uno de los intelectuales públicos más reconocidos del mundo en temas de economía internacional y geopolítica. Se trata de una plática con Javier Ruiz sobre el nuevo libro de Wolf: La crisis del capitalismo democrático.

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Entre las corrientes políticas más importantes que tenemos está la izquierda, lo que llaman “Woke”. Esto es una izquierda más cultural y que no tiene nada que ver con la izquierda de antes. A la derecha tenemos un elemento dominante, lo que es una clase media-baja desencantada, nacionalista, anti-inmigración, antiglobalización y muy reaccionaria, que ha forzado el cambio de un centro-derecha liberal creyente en los mercados, hacia el centro-derecha nacionalista y populista, que es lo que tenemos hoy. En general, cuando un Estado colapsa por una guerra, como Rusia en 1917, o China, la política de la izquierda suele ser de aspiraciones y esperanza bajo el pretexto de hacer del mundo un lugar mejor. Si estás enfadado y no crees que el mundo pueda mejorar, y lo sumas al colapso del comunismo como sistema que tristemente ha perdido toda atracción como sistema económico, la izquierda se queda. La izquierda por lo tanto está muy débil y es la extrema derecha la que domina.

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Quiero ser optimista porque hay razones para ello. Una de ellas es que los gobiernos de la derecha demagoga no saben gobernar, Trump es un ejemplo perfecto. No tienen interés en gobernar y no saben nada sobre ello, aunque hay excepciones claro, con Trump mismo.

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Soy optimista porque el sistema democrático y el electorado tienen la capacidad de aprender que las promesas son falsas, de hecho, cuando esta derecha de la que hablamos llega al poder, la única manera que tienen para sobrevivir es eliminando las instituciones democráticas y tomar el control del Estado, esto lo hemos visto y es el gran peligro. Pero mientras la democracia perdure y no la supriman completamente, siempre habrá esperanza, porque la gente se da cuenta de que este tipo de personas son un fraude.

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Yo diría que lo digital ha transformado la economía de los medios y eso está impactando a la sociedad. Teníamos un sistema con un número de periódicos y televisiones limitado, donde había que contratar a profesionales. Ahora hemos pasado a un mundo en el que todos pueden ser periodistas y a la vez tener millones de seguidores con los que interactuar a través de las redes sociales, y todo esto sin un control centralizado. Así que hemos pasado de la escasez al infinito.

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Creo que los medios están haciendo exactamente lo que la economía de los medios requiere en esta era, tan avanzada tecnológicamente y que permite la comunicación masiva instantánea con millones de personas. Esto ha destruido la infraestructura de los medios sobre la cual se asentó la democracia: el periódico, la radio y la televisión. Puede que la democracia que teníamos no sirva para esta época y a lo mejor deberíamos ser como Suiza y hacer referéndums, no lo sé, no me parece que nadie tenga la culpa pero tengo que decir que me gustaría que Facebook, por ejemplo, trabajara distinto. Ellos controlan la entrada al mundo digital, son sus guardianes y tienen el monopolio. Es ahí donde iría yo si hubiera que regular, pero, ¿cómo controlamos la capacidad de crear mentiras perfectas y gratis?

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Una de las razones por las que estoy muy preocupado es que el motivo por el que sobrevivimos al siglo XX con el éxito de la democracia y el capitalismo, es la existencia y la ayuda, que por cierto llegó tarde, de Estados Unidos. Es un hecho que sin ellos Alemania habría ganado la Segunda Guerra Mundial en Europa con Hitler, e incluso Stalin habría salido ganando, pero Gran Bretaña evitó la derrota solo gracias a la alianza estadunidense. Si Estados Unidos termina como una potencia antidemocrática, lo cual es claramente un riesgo, entonces no lo vería tan claro, porque todas las demás grandes potencias son claramente antidemocráticas.

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Todo es muy raro, caracho, como diría Severo Catalina y del Amo: “La esperanza es un árbol en flor que se balancea dulcemente al soplo de las ilusiones”.

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Gil Gamés
  • Gil Gamés
  • gil.games@milenio.com
  • Entre su obra destacan Me perderé contigo, Esta vez para siempre, Llamadas nocturnas, Paraísos duros de roer, Nos acompañan los muertos, El corazón es un gitano y El cerebro de mi hermano. Escribe bajo el pseudónomo de Gil Gamés de lunes a viernes su columna "Uno hasta el fondo" y todos los viernes su columna "Prácticas indecibles"
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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