Si alguien duda todavía de que estamos locos, lea la nota de su periódico El Universal donde se da noticia de un acto de sincretismo religioso desaforado: en el poblado de San Andrés Cholula se edificó un santuario católico sobre una pirámide precolombina a la cual le han añadido ahora la primera Iglesia maradoniana en México dedicada desde luego al fallecido astro del balón. ¿No le creen a Gamés?, allá ustedes.
Los seguidores de Diego Armando Maradona, muerto para desgracia del futbol y el mundo entero el 25 de noviembre de 2020, cuentan ahora en el estado de Puebla con este centro ceremonial. Gilga quiere viajar a San Andrés, a unos 14 kilómetros de Puebla para adorar al “D10S” argentino. En 1998, por cierto, se había creado una iglesia en Rosario, Argentina.
La Iglesia maradoniana de México se encuentra a unas calles del Santuario de la Virgen de los Remedios. Usted entra y camino “al altar” pisa pasto sintético con tapetes en forma de balón, mientras que en los laterales se ubican las sillas para los "feligreses", que están decoradas con camisetas de diferentes equipos tanto mexicanos como argentinos y europeos.
En imitación seria del viacrucis de la religión católica, en los muros de este recinto se encuentran fotografías de alta escala donde aparece el "Pibe de Oro" desde su infancia, hasta su reunión con Fidel Castro, Lionel Messi y con el papa Francisco.
En busca de identidad
El creador y fundador de la Iglesia Maradoniana, Marcelo Buchet, compartió a la agencia EFE que esta idea la traía en la cabeza desde hace muchos años: “Como estamos muy faltos de identidad, los argentinos no tenemos de dónde agarrarnos y creo que entre Maradona y mi madre, no tenía otra causa; por ejemplo, para los mexicanos la Virgen de Guadalupe, para mí, Maradona es lo más importante”.
Nos vendría bien crear diversas iglesias, una que adorara a Juan Gabriel: Iglesia juangabrieliana. La oración sería así: “Querida, cada momento de mi vida /Yo pienso en ti más cada día/Mira mi soledad/Que no me sienta nada bien, ven ya”. Acá también andamos fallos de la identidad, señor Buchet.
“Esta iglesia no está en contra de ninguna religión” y, aseguró Buchet, allí los “fanáticos del futbol pueden acudir con un 'sacerdote' a realizar bodas, bautizos o primeras comuniones, ya que es un espacio abierto como cualquier capilla en playa o salón de fiestas, donde no se le falta el respeto a nadie y pueden llevar a cabo sus eventos sociales”. En nombre del padre, del hijo y del espíritu de Maradona.
Sobra, pero no sobra decir que Buchet es aficionado del balompié desde niño. En 2018 conoció al genio del césped cuando era director técnico de los Dorados de Sinaloa. Recordó que le entregó una carta al “10” argentino en la cual le describía su admiración y le reconocía como el mejor jugador de Argentina en la Copa del Mundo de 1986 que se jugó en México. Este Buchet es perspicaz y muy original, qué duda cabe.
La iglesia abrió esta semana y ha tenido buena respuesta de los asistentes y tanto aficionados como curiosos pasan por el lugar, elevan oraciones, admiran las imágenes “y tienen momentos de reflexión”. Gil irá a San Andrés, le urgen momentos de reflexión, ahí Gamés elevará sus oraciones por el futuro del país. Nunca sobran unas oraciones, no se remilguen.
Promesa
Lo prometido es deuda, Gil no ha escrito una sola línea desprendida de la mañanera. No es cosa fácil, las yemas de los dedos como que le hormiguean. Y miren que Cuba. ¡Chitón! Recordemos que Italia ganó la Eurocopa en una serie de penales. Ya todos los jugadores tiran los penaltis como mexicanos, Gil se siente aliviado. Un amigo le ha dicho a Gilga que el equipo más talentoso fue el francés: Benzema, Mbappé y Griezmann, quién mata esa tercia de ases. Sin Eurocopa sólo le queda a Gil la Copa de Oro. A este torneo asisten algunos de los peores equipos del mundo. No saben jugar futbol y algunos tienen alma de asesinos. A Trinidad y Tobago le deberían prohibir jugar este deporte. Las torpezas y maldades de los trinitarios casi le cuestan la vida al Chucky Lozano. Así que ustedes tienen aquí un artículo libre de mañanera.
Todo es muy raro, caracho, como diría Sartre: “La fe, incluso la profunda, nunca es completa”.
Gil s’en va
Gil Gamés
gil.games@milenio.com