Lo que son las casas, perdón, las cosas. La residencia de Houston ha tocado la fibra última del Presidente de la República y su combate a la corrupción, su llamado a la austeridad y la justa medianía juarista. Su hijo José Ramón vive en Estados Unidos, repitamos: en Estados Unidos, en una casa no del todo modesta, arrendada o prestada, o lo que sea, por una empresa contratista de Pemex. Aigoeeeii.
Ciertamente José Ramón podría vivir en Venezuela, o en Nicaragua, o en Cuba. No, eligió Estados Unidos, y más precisamente Houston, Texas, símbolo del neoliberalismo. Nada qué hacer; ese partido, Presidente, se perdió.
El hijo del Presidente ya explicó que decidió ejercer su carrera de abogado en Houston como consultor. Gamés pregunta de nuevo, por qué en Houston y no en Bolivia, o Venezuela, o Perú donde ahora gobierna el Sombrero Luminoso. Aquí hay algo que explicar, si se pudiera explicar. Rayos y centellas. Si Gil se hubiera enterado de que José Ramón vive en Cuba, no le habría llamado la atención, chacun sa vie, ¿pero en Houston? ¡Chispas!
Gil cree que esta noticia, investigación de Mexicanos contra la Corrupción y Latinus y cuya figura central fue Loret de Mola, ha dado en el centro del liópezobradorismo. La vida es difícil.
El desplegado
Gil va al punto y punta. La carta de los gobernadores de Morena en apoyo del Presidente, incluyendo a la jefa de Gobierno de Ciudad de México, le parece a Gilga un documento de sumisión y obsecuencia impresionantes. Cuidado con lo que Gamés va a decir, ¿listos? Ese documento tiene un extraordinario toque diazordacista, es decir, el más profundo PRI. Vean si no: “el Presidente de México, Andrés Manuel L(i)ópez Obrador, es un dirigente social que ha ido haciendo realidad cada uno de los compromisos que fue recogiendo durante décadas en sus giras, a partir de los sentimientos del pueblo. Tenemos un presidente, un estadista que rompió con el viejo régimen y todos los días consolida un nuevo modelo económico, social, ético, que nos representa en el país y en el mundo entero”.
De verdad, gobernadores y gobernadoras y jefa de Gobierno: ¿tan asediado ven al Presidente? Su desplegado es una vergüenza, dice Gilga, una locura de autohumillación. Jesús, redacta una cartita y les pides a nuestros gobernadores que la firmen. La carta dejó a Gil con los pelos de punta, para qué más que la verdad. Oigan, gobernadores, gobernadoras y jefa de Gobierno: ¿no tienen un pelo de dignidad política? No. Por eso firmaron ese documento vergonzoso.
Cate de mi corazón
Gil lo leyó en su periódico La Jornada: “peligra la exportación de 2 mil 550 mdd en aguacate”. Resulta que los comisionados estadounidenses han recibido amenazas de muerte. El narco en Michoacán mata a la gallina de los huevos de otro, sí de otro. Y el gobierno de Michoacán y las fuerzas federales han entrado finalmente en los territorios del narco, pero los dejaron hacer y deshacer. Resultado, la mala vibra de los gringos, ¿o creen en el gobierno que no habrá represalias? La verdad Gil ve un país encendido, ¿ustedes?
El amor
Dice Julian Barnes en su libro Hablando del asunto: “El mundo se divide en dos categorías: quienes creen que el propósito, la función, el acompañamiento y la melodía principal de la vida es el amor y que todo lo demás es únicamente etcétera; y aquellos otros, numerosos desdichados que creen en el etcétera de la vida. Para quienes el amor, por muy agradable que sea no es sino una pasajera agitación de la juventud, el parlanchín preludio a la obligación de cambiar pañales, pero no algo tan sólido, inmutable y fiable como, digamos, la decoración del hogar. Esta es la única división que cuenta”.
Cuentas
Gil no puede mostrar aquí sus emolumentos, sobre todo porque se reirían de él: un neoliberal de risa, un ser oculto en los salarios perdidos. De inmediato, Gil se improvisó como un consultor. Ustedes no lo sabían, pero Gamés es un consultor y adivinen: trabaja en Houston. ¿Cómo la ven? Sin albur.
gil.games@milenio.com