Política

Cine de horror

Una nota de su periódico El País firmada por Jan Martínez Ahrens afirma que la mala hora ha llegado. El gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, dijo ante un numeroso grupo de ejecutivos en la ciudad de Guadalajara que la llegada al poder de Donald Trump es un peligro de tal magnitud que “puede llegar a ser una película de horror”. “Fuimos al cine y vimos los cortos, pero a partir del 20 de enero vamos a ver la película completa.”

Un escalofrío recorrió la musculosa espalda de Gil, los ojos en blanco no le permitieron ver nada, todo oscuro; el miedo en el alma le cerró la garganta. Carstens no parece ser ese tipo de hombre que grita ¡fuego! en la oscuridad de un cine, más bien ha sido un hombre sensato, prudente y, según dicen los que saben, es un trinchón en sus asuntos megaeconómicos.

Gilga se llevó los dedos índice y pulgar al nacimiento de la nariz y meditó: depende qué película de miedo. Si se tratara de Psicosis, el clásico de Hitchcock, la cosa se pondría color de hormiga y se resolvería en el baño; el dólar sube, las deportaciones masivas crecen, el TLC se va al carambas, hay vapor de agua, en el espejo apenas se alcanza a ver al asesino.

Ahora mal sin bien, sin mal, si se tratara de Halloween, de John Carpenter, la sangre sería una cortina, no de humo, sino una cascada roja. Hachazos en la cabeza, martillazos en las piernas, la economía hecha pedazos. Pero más bien, la película en la cual Carstens ha pensado es Masacre en Texas, dirigida por Tobe Hooper. En esta historia el mal del neoliberalismo hace daños y sevicias indecibles. Así las casas (muletilla patrocinada por Grupo Higa), Carstens habla con enorme tranquilidad. Nada pasa. ¿Le cortaron los brazos a la economía?

No estás solo

Cuau ha llorado. Ustedes dirán que son lágrimas de cuaucodrilo, pero sobre el rostro de Blanco han corrido lágrimas de sal, lágrimas de un futbolista: “me dicen que soy ignorante. No sé de derecho ni de política, pero sé cómo ayudar a la gente. Yo no creo que la política sea principalmente una cosa técnica. Para hacer política de bien, primero tienes que ser honrado y tienes que ser auténtico. La gente tiene que confiar en ti”.

Gamés derramó dos gruesas lágrimas de sal al escuchar a Cuauhtémoc. Es verdad: hay que ser auténtico y hay que ser honrado. ¿Lo es Cuauhtémoc? No. Las pruebas indican que Blanco recibió un pago de 7 millones de pesos para ser candidato del PSD. Huele a jugo de tomate.

Cuau lloró hasta en tres ocasiones durante su discurso: soy pobre, muy pobre. Ya en serio: ¿es o no Cuau un transa? ¿Y no le da pena a Javier Sicilia defender a este truhán tonto? En fon.

Felices fiestas

Gil caminó sobre la duela de cedro blanco y meditó: el año baja la cortina y Gamés tomará unas inmerecidas e inverecundas vacaciones. De verdad: a darle al ron, al whisky, al vino, al bacalao, al romero, a los confites y canelones. Por su madre: no ahorren, de nada sirve. Y a todo esto: ¿vieron cuántos camiones quemaron los normalistas de Chiapas? Nada más 12 vehículos de la SEP incendiados. Muy bonito. Les dejamos un regalo de Navidad en llamas.

En estas vacaciones Gilga planea hacer tantas cosas que tendría que estar un año sin actividad para cumplirlas: leer, escribir, ver a viejos amigos, charlar con su madre muerta, hablar por teléfono con el niño Dios e intercambiar whatsapps con la virgen de Guadalupe. ¿Saben cuántos seguidores tiene nuestra madre morena? Más que Loret y López Dóriga juntos.

Así las cosas, los viernes Gil toma la copa con amigos verdaderos. Es jueves y nada le hace: mientras los camareros vienen con las bandejas que sostienen las botellas de Glenfiddich, Gamés les desea feliz Navidad y próspero Año Nuevo. Gil volverá a esta página del directorio la segunda semana de enero.

Graham Greene escribió esto: Pienso que la Navidad es una fiesta necesaria; necesitamos un aniversario durante el cual podamos lamentar todas las imperfecciones de nuestras relaciones humanas. Es la fiesta del fracaso, triste, pero consoladora.

Gil s’en va

gil.games@milenio.com

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Gil Gamés
  • Gil Gamés
  • gil.games@milenio.com
  • Entre su obra destacan Me perderé contigo, Esta vez para siempre, Llamadas nocturnas, Paraísos duros de roer, Nos acompañan los muertos, El corazón es un gitano y El cerebro de mi hermano. Escribe bajo el pseudónomo de Gil Gamés de lunes a viernes su columna "Uno hasta el fondo" y todos los viernes su columna "Prácticas indecibles"
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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