Repantigado en el mullido sillón del amplísimo estudio Gil pensaba en los maestros de la CNTE. Unos pensamientos como de aguas someras, no crean ustedes que Gamés se concentró demasiado en esa forma del chantaje, el robo y el abuso que algunos llaman maestros de la CNTE. Lo cierto es que llevaban mucho tiempo de no aparecer en esta página del fondo, pero su dirigencia tuvo la idea de interrumpir las vías de los trenes de Michoacán, ocupar las alcaldías y suspender las clases, ¿a quién le importan los niños? A ellos, no.
Gil lo leyó en su periódico Reforma. Los dirigentes de la sección 18 del magisterio dijeron que en la reunión con las autoridades federales y estatales les ofrecieron mil millones. Inaceptable. Les faltan 4 mil millones para pagos de prestaciones, nómina de normalistas de cinco generaciones (desde ciclos de 2014 hasta 2018), bonos de jubilados y otros logros de la lucha sindical.
Sobra, pero no sobra recordar que los bloqueos de los activistas de la CNTE provocan pérdidas millonarias y amenazan a distintas actividades industriales afectadas por la falta de insumos retenidos en trenes varados en el puerto Lázaro Cárdenas. Además, informa la nota de Iris Velázquez de su periódico Reforma, afectan exportaciones de armadoras y otras con productos y mercancías atrapadas entre el abuso de los maestros, o lo que sean, y las mesas de diálogo con el gobierno. Resulta que no hay billete, ni en las arcas federales ni en los cochinitos de las finanzas del estado de Michoacán. Si le agregamos los bloqueos al desabasto de la gasolina, Michoacán llegará muy pronto al Año uno Caza 2 Conejo.
Durmientes
Gilga leyó con los ojos de plato y plata: el gobierno federal se comprometió a dar plazas a los normalistas y a que la CNTE participe en el proceso de abolición de la reforma educativa. Miren, señores docentes, no tenemos a la mano los 4 mil millones, pero hagamos una catafixia: unas buenas plazas para normalistas y una invitación a demoler la reforma a cambio de que por favor desbloqueen los caminos de hierro de Michoacán. ¿Les parece? La demolición va a ser un fiestón, se traen su marro y a darle con fe. ¿Le entran?
Cuando le preguntaron a Jesús Ramírez Cuevas sobre la grave situación que se vive en Michoacán, el vocero de la Presidencia dijo que descartaba el desalojo de los rufianes de la CNTE; en cambio acusó al gobernador Aureoles de incumplir con su responsabilidad. ¿Cómo la ven? Dicho esto sin la menor intención de un albur ferroviario. A los asaltantes que exigen privilegios y chantajean al gobierno, toda la comprensión; al gobernador constitucional del estado, la crítica severa, al fin y al cabo ese gobierno no pertenece a su morenía.
Los maestros pueden construir sus casas sobre las vías del tren y quedarse a vivir en los durmientes y ahí fundar una pequeña civilización, unos falansterios que incluso tengan sus propias escuelas: voy en el segundo año de “Cambio de vías”, el examen fue dificilísimo. Imaginen esta pregunta: ¿cuántos durmientes hay en un kilómetro de caminos ferroviarios michoacanos?, ¿qué tal la preguntita?, o bien; ¿cuánto han perdido los burgueses con las interrupciones al libre tránsito?
Por otro lado, el gobernadorzuelo puede aislarse en su casa de gobierno; si lo ven, escúpanlo, denle abucheos y, por qué no, algunos insultos, como a los gobernadores que Liópez Obrador revienta en la plaza pública y luego salva pidiendo a la muchedumbre que no los insulten. Levanten la mano los que quieran insultar a Aureoles. Bájenla. Suban la mano los que consideren que Aureoles es un estadista. Ni hablar: a insultar. En fon y en fan.
Buen trato
El buen trato que el gobierno le obsequia a quienes ocasionan innumerables quebrantos a negocios, empleos, escuelas, educación, en fon, es increíble. El Presidente de México declaró en una de sus conferencias matutinas, por cierto, amigos, abríguense, hace frío y hay mucha gripa, la verdad ya nadie se cuece al primer hervor por esos rumbos, en fon, decía Gil que el Presidente dijo: “Nosotros estamos en la mejor disposición de transferir recursos a Michoacán para que se les pague, pero como un préstamo a las participaciones federales porque no queremos resolver temas así”.
Todo es muy raro, caracho, como diría el Marqués de Sade: “El orden social a cambio de libertad es un mal trato”.
Gil s’en va
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