¿Le dedicaste más tiempo a la gente o al trabajo y las metas materiales este año? Y más allá del tiempo ¿a cuáles cosas consideras que les diste mayor importancia? ¿Te sientes a gusto con la manera en como acomodaste y viviste tu escala de prioridades de enero a diciembre? El problema con las cosas valiosas y significativas, reside en que las descubrimos y aquilatamos cuando la vida ya casi se nos está yendo. Y curiosamente nos damos cuenta que dedicamos tanto tiempo a acumular todo aquello que finalmente no podremos llevar con nosotros. Las personas a quienes les queda poco tiempo de vida suelen reflexionar y darse cuenta de que estaban rodeados de personas y experiencias asociadas a la felicidad. Que la felicidad no estaba tanto en los sueños cumplidos, sino en con quiénes son compartidos.
Uno de los conceptos que cambia poderosamente hacia el final de la vida, es el significado del éxito. Te das cuenta que éxito era llegar a casa y ver que sigue ahí la gente que amas. Que pudieran sentarse una vez más todos a la mesa. Que puedes disfrutar de tus sentidos. Qué puedes dar un abrazo y decir “te amo” o exclamar “perdóname”.
¿Estos elementos verdaderamente valiosos merecieron tu tiempo y atención en este año que concluye? ¿O tienes la sensación de haber estado ocupado y disperso en muchos asuntos, excepto en lo que verdaderamente importa?
Si la respuesta fuera esto último, la opción más viable y adecuada no es atormentarte con culpas y autorreproches; más bien es poder darse la oportunidad de sentarte con calma en una charla contigo mismo, para replantearte tu escala de valores y tener la sinceridad de identificar las cosas que necesitan ser reacomodadas.
Mi más sincero deseo es que este próximo año, tu vida puede estar muy llena de personas y situaciones valiosas y significativas. De experiencias que te hagan crecer y asimilar lo que verdaderamente le otorga significado, rumbo y sentido, a nuestra corta estancia aquí en la tierra. Un año más lleno de personas que de cosas; más lleno de reuniones y charlas en familia que de citas de trabajo. Más lleno de momentos enfocados en sentirte feliz y no en tener la razón en amargas discusiones.
