¿Te has preguntado por qué, a pesar de saber que tienes excelentes habilidades, los resultados que estás logrando no son como deberían? ¿Tienes la sensación de que algo no cuadra y tu éxito debería ser mayor considerando tus enormes esfuerzos?
El problema no eres tú ni tus capacidades, sino la falta de estrategias adecuadas para dirigir correctamente tus acciones. Necesitas cambiar los filtros mentales con los que comprendes e interpretas la realidad. Nuestros sistemas de creencias contienen muchas ideas limitantes y paralizantes: formas de pensar y actuar que generan letargo en nuestra vida y hacen que nuestros progresos sean muy lentos. ¿Identificas algunos sucesos con parálisis o un avance demasiado lento? Puedes elaborar una lista de esas situaciones en donde no estás obteniendo los resultados que mereces y que te tienen insatisfecho. Tú tienes una influencia directa a partir de tu conducta. Ciertamente, hay factores externos que pueden ser una limitante, pero vamos a enfocarnos en lo que pasa dentro de ti: las ideas, creencias y actitudes que pueden estar entorpeciendo o bloqueando tu éxito.
Esas creencias son los filtros mentales y también necesitan un “reset”; un reinicio, al igual que tus aparatos digitales cuando se saturan y se ralentizan. Necesitamos depurar y deshacernos de aquellos pensamientos y emociones que no tienen realismo y que están generando parálisis. Un importante filtro es sobre tus ideas y conceptos del éxito. ¿En qué tiempo verbal sueles definirlo? Nos educaron a pensar que lo mejor siempre está por venir, no en el presente. Necesitamos dejar de futurizar el sentido del éxito y entenderlo como una vida plena día a día.
¿Qué cosas te hacen sentir fluyendo y realizado? ¿Qué tan fácil resulta enfocarte poderosamente en el aquí y ahora? Y tu aprobación interior, ¿cómo está funcionando? ¿Cargas muchos sentimientos de culpa? Eso provoca una necesidad de castigo inconsciente que te hace creer que no mereces el triunfo. ¿Estás siendo valiente? Nos enseñaron también a tenerle miedo al fracaso; si no te permites tropezar, no entenderás nunca que quienes fallan están más cerca del éxito que aquellos que nunca intentan nada.
