de risa loca el extravío y el sinsentido de un sector alienado de la población, peleándose con la “a” y la “e”. El problema no está en el alfabeto, sino en la nefasta educación machista de sus casas y abuelos. ¿Alguien podría explicarles esto?
Pero no es su culpa. El vacío en que viven se lo heredaron sus padres. La llamada generación de mazapán no eligió ser cabeza hueca y corazón de papel. Su desconexión con la realidad y la vida, es un legado de sus papás millennials.
Nacieron ya condenados al bluff; fueron situados ahí, en la orilla de la vida, en la periferia de la realidad. En muchos de estos chicos, su confusión no se limita a la identidad sexual, sino al propio sentido de su existencia.
¿Quieres saber qué tan grave es su extravío? Analiza las letras del reggaeton que escuchan. Pregúntate qué puede estar pasando en la mente de una persona que es capaz de escuchar esa basura durante horas y considerarla música. Ahí tienes la respuesta sobre el grado de su problemática.
Para muchos, su mayor aportación a la vida son unas fotos en Facebook de los tacos de cecina y la cerveza que cenaron. Y una selfie en el basurero de su recámara, o con la taza de baño de fondo en algún bar.
Pero tampoco esto es su culpa. Sus padres les dieron una tablet en lugar de leerles libros. Así crecieron. Y esa desatención por supuesto que cobra factura. Gracias a eso, ellos creen que tatuarse, ser otakus, YouTubers, jugar Fortnite y leer manga son la esencia de la vida.
¿Cómo enjuiciarlos por ello? Sus padres millennials ya tienen más de 40 y aún siguen buscando el sentido de la vida y tratando de hallarse a sí mismos. Y los abuelos siguen pagando las cuentas de ambos: de sus hijos millennials y de sus nietos mazapanes.
¿Desde cuándo ser un desobligado se convirtió en algo para romantizar? Quieren salvar a los perros callejeros, convertirlos en sus hijos, dejar de comer vacas y pollos, pero tienen su habitación hecha un muladar. Ni en TikTok son capaces de desplegar creatividad.
¿Alguien podría comentarles que hay algo más que sacudir el trasero, con reggaeton nefasto de fondo? Quizá su único pecado sea ser tan aburridos y carentes de originalidad. _