La prensa de Estados Unidos y el mundo reporta un gran triunfo de los demócratas sobre los republicanos, el pasado martes 4 de noviembre. Los resultados son contundentes. Los demócratas ganaron las gubernaturas de New Jersey, Virginia, la ciudad de Nueva York y la iniciativa del gobernador de California.
Los demócratas necesitaban alguna señal de mejora, antes de las elecciones intermedias de 2026. Elecciones del congreso de ese país en las que podría haber un vuelco y disminuir o por lo menos controlar el poder del presidente Trump. El senado puede ilustrar bien el tema. La ventaja republicana en el senado en realidad está en el margen. Tiene solo 7 senadores más (57 vs.43). Bastaría que en 4 estados hubiera cambio de partido para inclinar la balanza hacia los demócratas. No se eligen a los 100, solo a 33, pero es la apuesta de los demócratas.
El pasado martes, la candidata demócrata Mikie Sherrill de New Jersey, próxima gobernadora, ganó su elección con una diferencia cómoda sobre su contendiente republicana Jack Ciattarelli. La diferencia fue de 13 puntos porcentuales. La candidata demócrata al estado de Virginia Abigail Spanberger (57.2%) también resultó triunfadora en su elección con amplio margen de diferencia. La candidata republicana obtuvo sólo 42% de los votos.
El gobernador de California pasó su consulta para redistritar su estado (“gerrymandering”). Con ello se generarían 5 distritos demócratas más, con lo que garantiza la mayoría de su partido en su congreso local. Lo mismo que hicieron los republicanos en Texas. En los propios dichos del gobernador, “el fuego se combate con fuego”.
Pero sin duda, el caso más sonado de estas victorias fue el de la alcaldía de Nueva York. Como las mediciones preelectorales ya lo indicaban, el candidato demócrata Zorhan Mamdani, ganó la elección con más del 50 % de las preferencias. Una victoria más que simbólica dado el perfil biográfico y demográfico del candidato. Inmigrante de Uganda, de ascendencia india, musulmán, demócrata socialista, y de acuerdo con su discurso de celebración, alguien que no va a pedir disculpas por ninguno de estos atributos.
Sin ánimo de ser aguafiestas con los demócratas que desde la última elección presidencial de 2024 necesitaban un respiro después del primer año abrumador del presidente Trump, habría que hacer algunas consideraciones. Si bien Trump está en el nivel más bajo de aprobación (37%), con el cierre del gobierno federal más largo de la historia (el récord anterior fue en el gobierno del propio Trump en 2019), y con cuestionamientos a muchas de sus políticas implementadas recientemente, los demócratas ganaron en estados y ciudades conocidas por estar a favor de ese partido. Es decir, no es sorpresa que hayan ganado en California, o Nueva York. Tal vez podrían haber tenido contiendas más cerradas en New Jersey o Virginia, pero en el récord no dejan de ser estados prodemócratas.
Zorhan Mamdani, sin duda la gran figura del martes pasado, tiene todos los atributos para ser el líder opositor al presidente Donald Trump. Es el perfecto demócrata “outsider”, por su discurso de confrontación directa, en contra de la oligarquía financiera, a favor de los migrantes, control de rentas, transporte público gratuito, guarderías para menores de 5 años gratuitas, bancos de comida, etc.
Mamdani es aún más excéntrico que Barack Obama para el público estadunidense. Nació en Uganda, es musulmán, se define como socialista (aunque primero demócrata), y gobernará la ciudad ícono del capitalismo en la nación más poderosa del planeta.
Para entender el fenómeno es inevitable saber de dónde viene. Su padre, Mahmood Mamdani, profesor de la Universidad de Columbia en Nueva York (Ivy League). Académico con doctorado en Harvard, especialista en África y postcolonialismo. Su madre, cineasta –también educada en Harvard --- Mira Nair, multipremiada con dos clásicos de referencia obligada en el cine de la India, Salam Bombay y Monsoon Wedding. Alcurnia familiar intelectual de formación social difícil de mejorar.
La formación de Mamdani se hace evidente en su discurso, en su elocuencia, en su rapidez para responder (witty). Sin duda alguien que fue criado y formado para ser líder. Logró lo que otros dos líderes con características similares como Bernie Sanders (senador) o Alexandria Ocasio-Cortez (congresista) no han podido comunicar, ya sea por género, edad, etnia, raza o carisma. Basta ver su publicidad por redes sociales para entender el fenómeno.
En términos de liderazgo demócrata para oponerse a Trump, nadie mejor que él. Con un pequeño agravante, no nació en Estados Unidos, por lo que no puede ser candidato presidencial. Esta condición –que él presume—lo convierte en un gran opositor sin la posibilidad de ser el candidato demócrata a la presidencia en 2028. Por ello, en algún sentido Gavin Newsom, gobernador de California, resulta ser el ganador y un probable candidato hacia la elección presidencial de 2028.
En pocas palabras, si bien la victoria de los demócratas fue clara, era previsible porque los estados o ciudades en la que se llevaron a cabo los procesos electorales eran pro demócratas. Su líder mejor calificado para oponerse a Trump no puede ser candidato a la presidencia. La alternativa demócrata –“second best”—el gobernador de California es parte del establishment que el electorado rechaza, sea demócrata o republicano (Pew Research). Los demócratas ganaron, pero tal vez sea pertinente dimensionar los límites de su triunfo.