Desde que Donald Trump inició su precampaña en pos de la Presidencia de los Estados Unidos, acusando a los migrantes mexicanos de ser narcos y violadores, no ha dejado de hacer declaraciones escandalosas que no están apoyadas en hechos reales. En todo este tiempo, pero especialmente desde que asumió el cargo el pasado mes, ha logrado difundir el caos y la incertidumbre, insultando y amenazando al que se ponga enfrente, con razón y sin ella. Eso es lo más peligroso de él, su verdad sobre todas las cosas.
Se sabe que su forma de negociar es así, trata de arrinconar y si te dejas, te aplasta, si no, negocia.
Pero la verdad actuar así siendo el Presidente de los Estados Unidos pone en riesgo al mundo, el tipo avienta “Twits” a diestra y siniestra dependiendo del humor que ande, sin importar las consecuencias.
“Una mentira repetida mil veces se vuelve verdad” es una frase famosa del ministro de propaganda de la Alemania nazi, Joseph Goebbels. Y así fue, la mentira se convirtió en parte de sí mismo y del sistema al que servía, y parece que aquí también tratará de que sea el caso.
El pretende que sus mentiras sean repetidas mil veces, por eso es tan grave que quiera acusar de una manera muy peligrosa a la prensa y considerarla el enemigo no solo de él, sino del país, sobre todo que se trata de instituciones serias, como el New York Times, el Washington Post, BBC y CNN. Esto habla del terrible problema psicológico que tiene.
En Estados Unidos esto podrá ser nuevo, pero no lo es en países donde las Instituciones son débiles y no muy respetadas y la corrupción e impunidad desgastan sus entrañas, como es en la mayoría de países de Latinoamérica. En México, donde ya gozamos de cierta libertad de prensa, sobretodo comparado con el pasado dictatorial, ahora los gobernantes tienen que gastar toneladas de dinero para tratar de imponer o tapar su verdad o sus travesuras, cueste lo que cueste, sea quien sea. Esto en base a persecuciones políticas, de auditorías fiscales y legales, inventos y mentiras y todo lo que se les ocurra. La realidad es la realidad, no como ellos la quieran.
Como dice la famosa frase, Para mis amigos todo y para mis enemigos la ley.
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