Política

Cuauhtémoc Blanco y "El Chololo" Díaz

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  • Cuauhtémoc Blanco  y "El Chololo" Díaz
  • Fernando Mejía Barquera

La práctica de invitar futbolistas o ex futbolistas, por parte de los partidos políticos a ser candidatos a puestos de elección popular tiene ya muchos años. Se inició en 1968, cuando el PRI postuló a Isidoro Chololo Díaz, entonces jugador del León, para ocupar la alcaldía de Acatlán de Juárez, Jalisco, su tierra natal. Y ganó.

“Ganar-ganar”

La intención al lanzar esas candidaturas es obvia: quieren captar algo de la simpatía y popularidad de figuras mediáticas para obtener votos. Si la maniobra resulta y ganan la elección, maravilloso. Si no, pero aportan una buena cantidad de votos para contribuir, por ejemplo, a mantener el registro, también magnífico.

A los futbolistas, actores, músicos, etcétera, que se convierten de manera repentina en políticos, la candidatura no les viene mal: generalmente son figuras que ya no están en el cenit de la fama y el hecho de volver a “tener reflectores”, ser entrevistados y participar en una campaña con mítines y contacto con probables electores puede contribuir a revitalizar su imagen, ya sea en la política —si logran hacer una carrera en ella— o en el ámbito profesional. Es un “ganar-ganar”.

Futbol y política

Cuauhtémoc Blanco, recientemente postulado “precandidato” a la presidencia municipal de Cuernavaca por el Partido Social Demócrata (PSD), es el caso más reciente de un futbolista que aspira a un cargo de elección. Pero antes hubo muchos. En 1991 el extinto Partido del Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional, cuna política de Jesús Ortega y Graco Ramírez, lanzó la candidatura de Antonio La Tota Carbajal (también impulsó otras candidaturas curiosas: la de El Púas, Rubén Olivares, y la de Irma Serrano, La Tigresa).

En 1994, Tomás Boy, que fuera finísimo jugador y hoy es director técnico, fue candidato suplente para senador por Nuevo León, propuesto por el Partido del Trabajo; en 2000, el PAN presentó a Manuel Negrete, miembro de la selección mexicana en el Mundial de 1986, como candidato a diputado; Carlos Hermosillo fue candidato del PAN a una diputación federal por Veracruz en 2009, y Alejandro El Gallo García, portero de bajo perfil de Irapuato que luego calentó durante años la banca del América, quiso ser alcalde de esa ciudad guanajuatense postulado por el Partido Verde en 2006 (por cierto, Cuauhtémoc, su amigo, lo acompañó en varios mítines). Ninguno ganó.

Alcalde de Acatlán

Quienes sí lograron triunfar en las urnas fueron: Roberto Ruiz Esparza, muchos años defensa central del Puebla, diputado federal por el PAN en la LX Legislatura (2003-2006), y el ya mencionado Isidoro Díaz.

El caso del Chololo es peculiar porque ganó la elección cuando aún era futbolista activo y fue al mismo tiempo alcalde y jugador. En 1968 se convirtió en presidente municipal de Acatlán, Jalisco, y ese mismo año pasó de las Chivas del Guadalajara al León. Años después, en una entrevista, Díaz relató que tuvo “grandes problemas para combinar las obligaciones en el servicio público con la práctica del futbol”. Y dio un ejemplo: “El 31 de diciembre de 1968 tenía que presentar mi primer informe de gobierno como presidente municipal de Acatlán, y al día siguiente, 1 de enero de 1969, debía estar en el estadio Azteca para alinear contra Italia” (un partidazo que México perdió 3-2). Contaba con un chofer que lo conducía de Acatlán, donde vivía, a León, donde entrenaba, y viceversa.

Candidato conocido

A Isidoro Díaz ni la Femexfut ni la FIFA le pusieron obstáculos para ser, simultáneamente, alcalde y futbolista; caso contrario al de Cuauhtémoc Blanco, a quien ambas instituciones quieren impedirle ser candidato y jugador.

¿Cómo le irá al Cuau si efectivamente, como ya anunció, cuelga los botines y se lanza por la presidencia municipal de Cuernavaca?

Según la encuesta realizada el 27 de enero de 2015 por el Gabinete de Comunicación Estratégica (http://www.gabinete.mx/index.php?option=com_k2&view=item&id=392:celebridades-en-la-politica-cuauhtemoc-blanco-cuernavaca), 79.3 por ciento de los ciudadanos está enterado de la candidatura de Cuauhtémoc; 46.4 lo considera “nada capaz” para gobernar y 19.6 “poco capaz”, pero 18.6 piensa que es “muy capaz” y 7.7 “algo capaz”.

Refrendo de registro

Y lo más importante: 14.4 por ciento de las personas consultadas “le daría su voto” al todavía futbolista del Puebla. Si así fuera, si la candidatura de Blanco consiguiera muchos votos para el PSD, éste refrendaría con facilidad su registro como partido local en Morelos.

¿Sería Cuauhtémoc un buen alcalde? Francamente no lo creo. Pero es claro que él no aceptó la precandidatura —ni el PSD se la ofreció— con la expectativa de ganar la elección.

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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