El debate presidencial de ayer domingo por la noche a las 20:00 horas, organizado por INE y los partidos políticos, fue una decepción para los ciudadanos, con una duración de dos horas, en un formato barraco, en momentos brillantes, de tiempo limitado para cada participante para hacer sus propuestas o defenderse de los ataques de sus oponentes, de tantas preguntas importantes sin respuesta.
Los candidatos se vieron limitados en sus respuestas a temas muy importantes, por el formato restringido desafortunadamente para preguntas muy importantes de la ciudadanía sobre temas de Salud, Educación, Transparencia, corrupción, discriminación, transparencia y violencia de género en un escenario acartonado, que sin embargo y a pesar de lo anterior la gente pudo ver y analizar a los candidatos, y se llevó una impresión de ellos.
Para los tres equipos presidenciables sus candidatos fueron los que ganaron, sin embargo no me pareció que fuera así, las candidatas Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez estuvieron intercambiando acusaciones. Sheinbaum fue quien salió más afectada, pues recibió duros cuestionamientos no solo de Xóchitl Gálvez y Álvarez Máynez, sino también en algún momento de los moderadores del debate.
Sin embargo Sheinbaum se mostro firme y no respondió a ningún cuestionamiento, pues supo administrar su ventaja sobre sus oponentes. La candidata oficial se puede sentir tranquila por la ventaja que lleva en las encuestas, sin embargo no se puede confiar pues hay otros parámetros que no se están tomando en cuenta. Por lo que tendrá que trabajar mucho en el posdebate, y fortalecer aún más su imagen ante la opinión pública.
A Jorge Álvarez Máynez le fue bien en el debate y podrá avanzar, tuvo la oportunidad de darse a conocer ante millones de ciudadanos como una persona más estructurada, seria, preparada, competitiva, capaz e inteligente, y no como un fiestero solamente, eso le ayudará a crecer un poco más con el electorado.
Máynez tuvo un desempeño muy positivo y prácticamente no recibió ataque alguno. En todo momento se supo mostrar muy dinámico nunca se vio dubitativo, al contrario. En todo momento se apoyó de material visual con cartulinas a color, supo manejar sus tiempos de intervención pese a que había problemas técnicos con el marcaje del tiempo.
En el caso de Xóchitl Gálvez, en momentos se vio audaz al atacar Claudia Sheinbaum, pero en lo general le faltó un mejor discurso narrativo, se vio en momentos un poco nerviosa, quizás le faltó soltarse más, por lo que perdió una oportunidad valiosa. Sin embargo esos destellos que tuvo todavía la dejan en un escenario con posibilidades de mejorar su posición ante el electorado, pero tendrá que trabajar más y revisar a su equipo de trabajo que tiene aún lado de ella.
En una semana marcada por violencia política, videoescándalos y una crisis diplomática sin precedentes, llegamos al primero de los tres debates presidenciales. El asesinato de Bertha Gisela Gaytán, candidata a la alcaldía de Celaya, cimbró las campañas electorales. Con este hecho se abrió una peligrosa puerta hacia la politización de la violencia.
Finalmente a 53 días para el día de la votación del dos de junio el escenario es complicado, aún no podrían cantar victoria para ninguno de los candidatos, a pesar de la ventaja de Claudia Sheinbaum en las encuestas, pero como ya lo expliqué arriba y en otras columnas, hay más parámetros para evaluar a los candidatos y al gobierno en funciones.
