El Centro de Desarrollo Infantil (CDI) de la Universidad Autónoma Chapingo atraviesa por una situación crítica que amenaza su continuidad y el bienestar de niñas y niños, poniendo en peligro una prestación tan importante para los trabajadores padres y madres de familia, al intentar las autoridades actuales desmantelarlo poco a poco y no permitir en este ciclo escolar la inscripción de nuevos infantes de los empleados de esta importante casa de estudios, denunciaron sus trabajadoras/es y el sindicato (Stauach).
De acuerdo con los Contratos Colectivos respectivos, la Universidad Autónoma Chapingo tiene la obligación de proporcionar el servicio de guardería y preescolar para los hijos mayores de 45 días y menores de 6 años de sus trabajadores administrativos y académicos.
El Centro de Desarrollo Infantil (CDI) de la UACH ha dado servicio a los hijos de los trabajadores por ya casi 50 años, brindando un espacio de formación, cuidado y amor para la primera infancia; sin embargo, se ha desmantelado poco a poco, con la pretensión de cerrarlo.
El resultado de esta situación es un déficit total de 25 plazas, lo que ha generado consecuencias directas en el funcionamiento del servicio. La negativa por parte de la administración central de aceptar a nuevos ingresos de niñas y niños, afectando a las familias trabajadoras. Falta de intendentes, lo que mantiene al centro en condiciones de limpieza precarias, constituyendo un riesgo latente para el personal que continúa y para los niños y niñas que actualmente gozan de la prestación.
A lo anterior se suma el acoso sistemático de la administración central, no solo en contra del personal adscrito al centro, sino también en contra de la población beneficiaria de la prestación, madres y padres de familia, así como sus hijos, al ofrecerles un servicio bajo condiciones precarias.
Deficiencia de insumos médicos y administrativos, incluyendo la negativa de hojas, copias, impresiones y material básico; así como suministro insuficiente de papel higiénico y sanitas para el personal y los pequeños. Negación de insumos para eventos escolares, lo que dificulta la organización de actividades como festivales, montajes o celebraciones (lugar, sonido, lonas, sillas, etcétera).
Eliminando así, no solo la fuente de trabajo de más de 30 trabajadores, sino también una prestación que históricamente ha beneficiado tanto a trabajadores administrativos como académicos de esta institución, violentando flagrantemente los derechos laborales de administrativos y académicos y los de las infancias.
Los trabajadores y el sindicato exigen a las autoridades universitarias: reconocimiento y cumplimiento del derecho de las y los trabajadores académicos y administrativos a recibir el servicio del CDI; garantía plena de la continuidad del CDI; y diálogo abierto para asegurar la continuidad del servicio y la mejora de condiciones para este.
Así como la restitución inmediata del personal en comisión; reposición de las 14 plazas faltantes (temporales y definitivas); suministro urgente de materiales, insumos médicos y administrativos. Respeto absoluto a las cláusulas 26 y 54.9 del Contrato Colectivo UACH- Stauach, así como la 102 del Contrato Colectivo UACH- Stauach; y mesas de trabajo tripartitas para establecer la mejora de condiciones del servicio ofrecido.
Finalmente, no omitimos mencionar que el CDI ha sido históricamente un espacio inclusivo, abriendo sus puertas a niñas y niños con necesidades educativas especiales, ofreciendo atención con empatía, profesionalismo y compromiso, reafirmando así su carácter humano y social.
Explican que el Contrato Colectivo de Trabajo, la cláusula 54.9, ampara no solo el derecho a la existencia del servicio, sino también el derecho que tenemos las y los trabajadores a recibirlo en beneficio de nuestros hijos e hijas.
El CDI no solo representa un espacio educativo: es un símbolo de equidad, inclusión, apoyo a las familias trabajadoras y compromiso con la infancia; negar este servicio es negar un derecho colectivo adquirido, producto de años de lucha sindical y compromiso institucional.