La nueva realidad está restringiendo la movilidad de las personas, sobre todo entre países. Los turistas buscarán nuevos destinos, sin avión y sin conglomeraciones.
Los Pueblos Mágicos son una gran alternativa. Son comunidades pequeñas, con la infraestructura turística adecuada que cuentan con atractivos naturales, sociales, culturales o históricos.
Coahuila y Nuevo León, estados hermanos, cuentan con 7 y 3 Pueblos Mágicos, respectivamente.
En el primero, conocer las pozas y las dunas de yeso de Cuatrociénegas nos remonta millones de años atrás.
En Parras de la Fuente se encuentra la casa vitivinícola más antigua del Continente, así como los viñedos donde se producen los mejores vinos de México.
En Múzquiz radican dos importantes etnias del norte del país: los indios Kikapú y los Negro Mascogos.
Ahí también se encuentra, dentro del Museo de la Ganadería, el récord Guinness de la silla de montar más grande del mundo, la casa-museo de Julio Galán, los museos de Paleontología y de Historia, así como los atractivos de ecoturismo propios de la Sierra de Múzquiz, del río Sabinas y del parque La Cascada.
En Arteaga su sierra está llena de sorpresas y complejos ecoturísticos de talla internacional.
En Viesca se puede disfrutar de las Dunas de Bilbao, así como el museo de Arte Sacro y la Parroquia de Santiago Apóstol.
En Candela existen los atractivos naturales de la Mina de Murciélagos, Las Lajitas y la Presa de las Higueras, con sus cristalinas aguas termales.
En Guerrero, visitar su Centro Histórico y su Misión de San Bernardo nos retorna al pasado, es un refrendo a nuestra identidad norteña.
En Nuevo León, en el corazón de Zona Citrícola, se encuentra Linares, famoso por ser el origen de las deliciosas glorias, por su botica Morelos, su acueducto colonial, su Ex Hacienda de Guadalupe y su Catedral de San Felipe Apóstol.
En Bustamante se puede comer un sabroso pan mientras se visitan las fantásticas Grutas del Palmito, las pinturas rupestres Chiquihuitillos o la Parroquia de San Miguel Arcángel.
La arquitectura del centro de Santiago es hermosa, pero su parque Cola de Caballo, su cascada Chipitín, la cueva de los Murciélagos, Matacanes e Hidrofobia ofrecen una experiencia única.
Es tiempo de voltear a ver las maravillas de casa. ¡Aprovechémoslas y vivamos su magia!
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