“Si mis críticos me vieran caminando sobre el agua, dirían que lo hice porque no se nadar”
Margaret Thatcher
Pareciera a veces que la falta de cosas tan elementales como la humildad, la capacidad de escuchar y de entender, son el origen de muchos de muchos males.
Para quienes no lo saben, un día, Aguascalientes fue parte de Zacatecas, haciendo de la suma de los 2 un estado que tenía de todo: oro, plata, granos, fábricas, cultura y gente talentosa y ambiciosa.
La soberbia de quienes gobernaban Zacatecas les nubló la visión de lo que sucedía en Aguascalientes, donde cansados del sometimiento, consiguieron la independencia, sellando el acuerdo con “un beso”.
A pesar de que Zacatecas capital es una de las ciudades más hermosas de nuestro país, el desarrollo ha pasado del lado del estado cual ferrocarril que omite una estación y como la Z en el abecedario, el estado ha quedado relegado hasta el final.
Fue Aguascalientes el que recibió la inversión de Nissan, donde se desarrollaron las plazas comerciales, parques industriales, infraestructura, conectividad, etc. mientras que hasta hace unos cuantos años en Zacatecas no había ni un cine decente.
La gobernadora Amalia García decidió hacer a un lado sus ideas del pasado de una izquierda radical y entonces, comenzó a florecer de nuevo la industria, llegó incluso una importante empresa del ramo aeroespacial, así como sus proveedores y otras más al parque aeronáutico.
Luego, la soberbia en el sexenio de Miguel Alonso fue tal, que hasta sus iniciales le puso a aquel parque industrial “MAR”, de nuevo las cosas comenzaron a decaer, un festejo de los 100 años de la batalla de Zacatecas con dispendios y derroches, una casa de gobierno copiada del mismo Bellagio de las Vegas entre otras ocurrencias.
Mientras, Aguascalientes progresa, industrias, cultura, inversión, se consolida a nivel nacional e internacional, su centro histórico se embellece, su feria, museos, parques, desarrollos habitacionales e industriales, además de continuar con el desarrollo económico en la industria automotriz, aeroespacial, entre otras.
Ahora que habrá elecciones y buscando dar ventaja al régimen, en un acuerdo, quienes hoy gobiernan, opinan y deciden, conspiraron para mandar al candidato que imaginaron débil, a modo, un aparente perdedor, una mujer.
Al igual que María Luisa de García Rojas liberó a Aguascalientes del Yugo con un beso, hoy, aquella candidata que mandaron a perder, con pocos recursos, pero con tenacidad y espíritu de lucha heroica se ha emparejado en las encuestas contra el candidato “más fuerte”.
Algunos empresarios y líderes locales que se han beneficiado del sistema decidieron cobijar y cobijarse de un candidato que se presenta como el defensor de los pobres.
Pero resulta, que una joven mujer que cabalga sobre una silla de ruedas, con una resortera gigante de madera y una determinación de hierro, estaría rompiendo las cadenas que parecían de acero, pero que resultaron ser de la tela de mezclilla del pantalón de aquella zacatecana manoseada por la soberbia.
Quizá nos llevemos la sorpresa de descubrir el nuevo estado de Acatecas, que pase del último al primer lugar, donde sus ciudadanos se arman de valor, dándole a nuestra nación el ejemplo de valor decidiendo respaldar a una guerrera con una discapacidad, que solo le impide moverse, pero no transportarse a un Zacatecas y a un México del mañana.