Cultura

Canción para Laura que vino de muy lejos...

  • Ahora que me acuerdo
  • Canción para Laura  que vino de muy lejos...
  • Emiliano Páramo

Vinieron de muy lejos, Mariana,/cantando./Traían su palabra y sus cosas/como corazón abierto./Eran muchos./Se escuchó que eran nombrados con un nombre secreto,/como de las estrellas y las arenas del mar./Pero aquí no hay puerto,/y no dejaron memoria ni presagios,/sino una iglesia vieja camino del cielo,/entre cruces y flores que se marchitan solas,/y agua estancada,/pestilente,/para regar las tumbas/cuando alguno visita a los muertos,/que se han quedado callados y ya no cantan./A nosotros/se nos olvidan las plegarias,/y ya no conocemos cuándo va a llover,/ni cuándo vendrá la esperanza./Vamos ciegos/sobre unas huellas polvorientas,/de esas que se perdieron donde los viejos —parece—/fueron a rajar ollas,/y sólo quedaron tepalcates y piedras/que ahora compran los turistas en Tula.

Pedimos prestado hasta el nombre:/nos decíamos/hermano, camarada y Patria o Muerte,/cuando ya no estaba de moda,/cuando todos bailaban Billy Jean./¡Venceremos! decíamos;/y se nos abría la calle;/nos amparábamos en la aurora/bajo el brazo de los amigos.

Tenemos poco más de 30,/pero nos han hecho tan viejos./Nos encontramos en la calle/y preguntamos por los que se han ido,/los que están solos,/los divorciados,/las mujeres ajenas,/los que se fueron al muro/y los cobardes que nos quedamos a contarlo todo./Luego recordamos una canción,/y nos abrazamos;/nos decimos algo/como para ahuyentar a la muerte,/como pensando en nuestras ganas de voltear al mundo.

“Hasta la victoria siempre...”/¿Qué haremos nosotros, Mariana, con esta vocación para el fracaso?/¿Qué haremos nosotros/que sólo nos juntábamos en torno a una fogata,/para beber cerveza o inventarle canciones a Neruda?/¿Qué haremos los que nunca iremos a Wirikuta?/¿Te das cuenta?/Ya no hay más hongos;/sólo tenemos los de la pizza fría/que esperará a que la comamos con sueño,/desnudos,/después de la resaca.

¿Qué nos queda Mariana?/Ni siquiera una letra/para entonar una danza circular,/o una tea,/un brazo de río/o una bandera para bailarla en la ermita./Porque nacimos desarraigados/y sin un signo marcado entre los ojos,/para mirar al mundo/como lo miran los niños.

Mariana,/vamos a los campos de trigo,/déjame ver el maíz/y pedir por una buena cosecha./Vamos a hacer la señal de la cruz/con los dedos de mi pueblo entre las manos./Volvamos atrás para hacerlo todo nuevo,/para no tomar nada prestado./Nos han puesto una corona de espinas, Mariana,/y ahí vamos,/así nomás,/tropezando con nuestros pecados./¿Por qué de pronto se nos hizo el miedo?/¿Adónde habrán ido las cosas?/¿Encima de qué busco tus ojos?/¿Más allá, donde acaba el ejido?/¿En la tierra seca?/¿En qué remanso de la media luna?/¿En la Peña y la Cruz?/¿En qué mariposa regresaste al lugar de las siete cuevas?

Mariana,/anda, pídele a Memín Pingüín/que traiga un disco de Pedro Infante/y un rosario de flores de encino./Dile a Lora y a José José/que toquen la chirimía para que bailen las Cotitas./Dile a San Antonio/que traiga la espada de Rolando el Rabioso/y una nota del piano de Manzanero,/para guardar las lagrimas de mi madre en el Tephé./Dile a doña Carmela que aquí traigo tres pesos/para comprar un sobre de estampitas,/un Padre Nuestro,/un Burbusoda/y, si me alcanza, también un cuento./Dile a Palemón el peluquero, Mariana,/dile que invite a Hermelinda Linda a dar un paseo,/sentados en la trompa del cerro del Elefante./Dile al Santo,/a Cachirulo/y al Santo Señor de Maravillas,/que tengo besos frescos para acunar en tu cama,/y una canción de José Alfredo/y la pistola del Llanero Solitario/y un mezquite corcovado/que me ha contado una historia de Maximiliano/y don José Mendoza./Dile a Jazmín y su blusa rosada,/que vayamos al río/a buscar un paraje para el primer amor.

Dile a los viejos que vinieron siguiendo una voz muy alta,/pregúntale a sus piedras,/diles que por dónde nos vamos./¿Qué orilla de nube seguimos para venir a Teotlalpan?/¿Cómo le hacemos para que no nos olviden?/¿Cómo, para tomar un nombre nuevo?/Mariana,/vámonos haciendo pedazos/para quedarnos en todos lados,/para que las rezanderas nos recuerden en los rosarios de muerto;/y para que mi abuela se santigüe igualito que si no hubiera amanecido,/y fuera necesario tirar a pedradas la noche.

Pero habrá un día, Mariana,/un día en que floreceremos/como una orquídea en Santiago,/y el nombre de todos será el mismo,/y tomaremos por asalto la morada de Dios/para traerlo de vuelta,/otra vez cantando/o como cantando —¿Qué importa?—;/vendrá,/lo pondremos al frente, /y volveremos a andar.

Google news logo
Síguenos en
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.