La administración de Enrique Peña Nieto trascendió como ejemplo de frivolidad y corrupción. De hecho, eso fue uno de los factores clave que le permitió a Andrés Manuel López Obrador ganar en 2018. La tercera fue la vencida y, en mucho, gracias a EPN.
El regreso del “nuevo PRI” resultó desastroso. El reportaje del equipo de Carmen Aristegui, La casa blanca de Peña Nieto, pegó en la línea de flotación, como lo escribí en su momento.
Y Ayotzinapa, ni se diga, se convirtió en el ejemplo de la tragedia, el horror y la fuerza destructora de un Estado criminal.
Ambos temas fueron aprovechados y explotados por López Obrador. Se envolvió en el caso Iguala y prometió resolverlo. También recalcó las pillerías e hizo suyo el lema de la honestidad.
Pues ni lo uno ni lo otro. Cómo estarán los datos del saqueo, el derroche y la colusión que ya superan los del PRI y los del PAN.
Sobre la ligereza y el dispendio, vale la pena seguir el trabajo del periodista Jorge García Orozco, que nos permite dimensionar las incongruencias de algunos integrantes de la autodenominada 4T (incluidos los hijos, amigos, subalternos y protegidos de AMLO).
Nada más, en los últimos días, exhibió la riqueza del cuñado de Adán Augusto, el ex gobernador de Chiapas, actual cónsul en Miami, Rutilio Escandón. Y los ranchitos (varios) de José Ramiro López Obrador (los multimillonarios del eje Tabasco-Chiapas están lejos de vivir en la justa medianía). Y las compras de contado del veracruzano Cuitláhuac. Y las rentas de jets privados de la casta morenista. Y las adquisiciones de Andy en Tokio y… y… y…
¿Quién pompó? Preguntaba Andrés desde Palacio, a propósito de sus opositores. ¿Y hoy?
Lo más delicado es lo que está detrás: el atraco, la connivencia con la delincuencia organizada y la creación de los propios cárteles obradoristas (vinculados a los grandes), como el de La Barredora (infiltrado hasta en la FGR, de acuerdo con la pesquisa de la fiscalía de Tabasco) y el del huachicol fiscal (operado por la Marina y por los más cercanos al ex presidente).
Desde la superioridad moral mintieron, desfalcaron y engañaron.
Qué tristeza, qué decepción, qué drama, qué pifia.
Y comienzan a revelarse más datos. ¿Qué hará Claudia Sheinbaum?
Aquí entre nos
Ahora, una de las preguntas es: ¿el Ejecutivo federal anterior devolverá al pueblo, a la sociedad mexicana lo robado?