Política

La elección de ministros de la Corte de Justicia

En el Poder Judicial de México se detuvo el tiempo. Nacido de las entrañas del corporativismo judicial colonial de la Nueva España, el Poder Judicial sigue siendo, en cuanto a su forma de conservación, preservación y reproducción, no solo una plataforma de producción de conocimientos y de aprendizaje, que tiene como modelo estructural el taller artesanal feudal: el maestro, los oficiales y los aprendices, sino también una plataforma de defensa de intereses gremiales mezclados con diferentes tipos de corrupción, en las que por fortuna no todos participan.

Como plataforma de aprendizaje, en el obraje medieval del señor juez a través de la cultura del machote, el secretario de estudio y cuenta aprende del juez y se hace juez; el escribiente aprende del secretario de estudio y cuenta y se hace secretario de estudio y cuenta, etcétera. A esto es lo que jurídicamente se llama carrera judicial.

Como ejemplo de defensa de este tipo de intereses baste con señalar el caso Fobaproa, en el que la Corte, que el domingo pasado miles de personas en el país salieron a defender a gritos: “La Corte no se toca”, con 8 votos contra 3 decidió convertir una multimillonaria deuda privada de los banqueros y otro tipo de empresarios en deuda pública; en tanto que a millones de mexicanos, también endeudados debido a la crisis de 1995, fueron castigados al establecer la Corte que es jurídicamente válido el anatocismo.

Pero ¡seamos justos! Aunque es incuestionable que en el Poder Judicial de México se ha detenido el tiempo por un poco más de dos siglos (el 15 de marzo de  2025 nuestro Poder Judicial de la Federación cumplirá 200 años), de esta tragedia no son únicos responsables los funcionarios judiciales de todos los niveles.

Lo digo fuerte y claro, las escuelas de derecho del país solo forman abogados, los jueces, lo mismo que los fiscales, son formados en las corporaciones judiciales y ministeriales, respectivamente, a la luz de la cultura del machote.

Contrario a lo que con exceso de cinismo dice la oposición respecto a que la elección de ministros por el voto popular politizaría la justicia, sí es aceptable la elección de ministros de la Corte, siempre y cuando: a) se garantice por medio de filtros la selección de los candidatos; b) que los tres Poderes de la Unión participen en la designación de candidatos; c) que en la campaña no intervengan los partidos; y d) que las campañas se reduzcan a dos o tres debates estrictamente sobre el tema de la reestructuración a fondo del Poder Judicial.


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Efrén Vázquez Esquivel
  • Efrén Vázquez Esquivel
  • efren23@hotmail.com
  • El autor es director científico de la Academia Mexicana de Metodología Jurídica y Enseñanza del Derecho, AC.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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