La división política de Morena en el Congreso local ya tocó fondo y ni siquiera un pacto de civilidad o el compartir una misma agenda pueden recomponer las cosas.
Sin querer queriendo como dice el Chavo del 8, los diputados morenistas han convertido su proyecto de la 4T en el Congreso de Hidalgo en un PRD cualquiera, de la época que se elija.
Un día después de su reunión para dirimir diferencias, poco o nada cambió, y en plena sesión pudimos ver como diputadas se contravenían por el tema de la iniciativa para despenalizar el aborto, mientras que otros de plano ni se voltean a ver, y los que ni participan, pues siguen igual desde que comenzó la 64 Legislatura.
Lo grave está en que hay acusaciones como las que hizo la diputada Tatiana Ángeles de Actopan quien dijo que el propio presidente de la Junta de Gobierno, Ricardo Baptista, había amagado con comentarios a los legisladores que no son del Grupo Universidad y que no están de acuerdo en todas sus determinaciones.
En una entrevista radiofónica del Sistema Estatal de Radio y TV, la diputada fue clara y dijo que se les encasilla al pensar de forma distinta al decirles que o están con el gobernador o están contra él, al grado de sentirse observados y hasta amenazados por parte de la Junta de Gobierno del Congreso estatal. El tema no es menor pues si se trata de llevar las cosas a buen puerto, la realidad es que el barco de Morena se está ahogando en la Cámara local por culpa de los propios tripulantes; además de que dichos exabruptos ya tuvieron consecuencias con la virtual salida de Ricardo Baptista de la coordinación del grupo parlamentario en días próximos.
¿Qué clase de PRD estamos viendo con Morena en el Congreso de Hidalgo?, la respuesta, queridos lectores, se develará pronto ya que en noviembre se disputarán con todo al dirigencia estatal del partido.
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