Hidalgo inicia el periodo de 15 días para reducir los contagios y riesgo por covid, por lo que se deben tomar las medidas de semáforo rojo.
Lo anterior representa el regreso a los cierres de establecimientos no esenciales, como antros, bares, cantinas, algunos sitios de esparcimiento, así como el que haya menos aforo en plazas y sitios comerciales, entre otros lineamientos. La realidad es que con ningún semáforo o color por covid se ha podido detener la actividad con fines sanitarios, resulta imposible y casi improbable que los restaurantes dejen de servir o que los cantineros dejen de ofrecer productos, ya que se una u otra forma se hacen las cosas, con o sin anuencia de las autoridades.
Luego del periodo de vacunación, del incremento de contagios, el sufrimiento en hospitales, después de más de un año de pandemia, el ciudadano se está acostumbrando a vivir así, al límite de los complejos internos, de las medidas de emergencia y del riesgo que representa salir hasta a trabajar. Todos tenemos ya una o varias experiencias con el covid, y todos hemos salido a comprar, o a pasear, o tratar de distraernos de alguna forma, pues el encierre y el confinamiento han dejado muy lastimados a todas y todos.
Ante este panorama nos enfrentamos de nueva cuenta a un nuevo periodo de medidas por covid que se supone deben dar resultados positivos de aquí al 5 de septiembre; de entrada, las fiestas patrias quedan suspendidas de nuevo en Hidalgo, así como en varias partes del país.
Lo raro es que seguimos viendo que en otras latitudes no piensan igual, o no actúan igual o de plano no se contagian igual, pues hay espacios abiertos, turismo al por mayor, eventos sociales y de este lado la mayoría no alcanza a entender qué está pasando. Por otro lado también en Pachuca y la zona metropolitana tienen su zona VIP con bares y restaurantes abiertos, al menos hasta ayer, y con pocas restricciones.
@laloflu
