Que en Tehuacán, la preocupación ciudadana crece por la ola de inseguridad que golpea al segundo municipio más importante del estado. Y es que los hechos violentos de los últimos días son alarmantes. Primero un padre y su hija fueron atacados y apenas el miércoles, una madre y su hija resultaron baleadas. Dicen que la autoridad luce rebasada, sin rumbo ni estrategia para contener la violencia que escala cada vez más. Desde 2018 la ingobernabilidad se instaló en la región y hay quienes aseguran que cuando la hoy oposición tenía el control, estos escenarios simplemente no ocurrían.
Que Alejandro Armenta volvió a poner en el debate que la industria alimenticia no puede lavarse las manos frente a la crisis de salud que vive el país. Según el mandatario, es urgente que las empresas del ramo asuman su responsabilidad y diseñen programas para frenar la ola de alimentos procesados que han terminado por destruir el sistema inmunológico de la población. Y es que el problema no es solo de los gobiernos o los ciudadanos, sino también de quienes llenan anaqueles con productos ultraprocesados.
Que el dirigente estatal del PVEM, Jaime Natale, confirmó que irán en alianza con Morena y PT rumbo a 2027. Dijo que de entrada, el acuerdo es para diputaciones locales porque el objetivo es mantener la mayoría en el Congreso, pero que nadie se sorprenda si también en lo municipal se dan la mano. Esto contradice la postura de la lideresa petista, Liz Sánchez, quien ha dicho una y otra vez que perfilan ir en solitario para las intermedias. ¿El niño verde poblano lo habrá consultado o habló por hablar?
Que la rectora de la BUAP, Lilia Cedillo, dejó claro que las expresiones pacíficas y respetuosas jamás serán motivo de sanción. A la par se anunciaron ajustes estructurales y nuevas vías de comunicación con los universitarios. El pronunciamiento llega después de que se revelara la operación de grupos externos y de choque que, en la recta final de la contienda por la rectoría, recurrieron al vandalismo para enturbiar el proceso. Es decir, la pluralidad y el disenso son bienvenidos, siempre y cuando no crucen la línea del desorden.
