Que en San Hipólito Xochiltenango, los ánimos se encendieron y no solo figurativamente. Habitantes del lugar vandalizaron e incendiaron una patrulla del municipio de Tepeaca, en respuesta al rescate de dos presuntos delincuentes por parte de la policía, quienes estaban a punto de ser linchados bajo la acusación de cobrar piso a comerciantes.
Que el incidente desató tal furia entre los pobladores, que la carretera federal Puebla-Tehuacán permaneció cerrada. Los ánimos se caldearon y las autoridades tuvieron que manejar con pinzas la situación para evitar que el fuego, literal y figurado, siguiera esparciéndose. Dijo el gobernador Céspedes que nos portáramos bien y sus paisanos pusieron el mal ejemplo.
Que los conductores de aplicaciones como Uber y Didi ahora tendrán que cumplir nuevos requisitos para obtener su licencia en Puebla, ya que deberán aprobar exámenes teóricos, psicométricos y toxicológicos, todos ellos gestionados y pagados directamente a la Secretaría de Movilidad y Transporte.
Que obedece a que el reglamento de la legislación local que entró en vigor el pasado diciembre, exige que los operadores cumplan con criterios de “preparación y eficiencia”. Estos exámenes serán obligatorios para quienes tramiten, renueven o repongan su credencial, y más de uno ya está haciendo cuentas sobre el gasto adicional que esto implica para los choferes de este servicio.
Que la México-Puebla se ha convertido en un terreno peligroso, donde el robo de vehículo con lujo de violencia y los asaltos son los delitos más frecuentes. Esto quedó aún más en evidencia tras el trágico asesinato de la presidenta del DIF de San Andrés Calpan y el reciente secuestro exprés sufrido por la ex diputada federal, Blanca Alcalá.
Que a lo anterior, hay que sumarle lo peligrosa que resulta, incluso para los trabajadores de Caminos y Puentes Federales y, para muestra el accidente que provocó la muerte de tres de sus trabajadores debido a la alta velocidad con la que conducía un chofer de transporte de carga. Los usuarios se preguntan hasta cuándo las autoridades tomarán medidas contundentes para devolver la seguridad y tranquilidad a una ruta que, a juzgar por los hechos, se ha vuelto intransitable.