Que a los poblanos nos tomó por sorpresa la gran cantidad de ceniza que bañó la zona metropolitana, hecho que no se veía desde 2013 en tales dimensiones. Irónicamente, en el estado tenemos que regresar al uso de cubrebocas, a las clases virtuales y a quedarnos en casa en la medida de lo posible, las mismas medidas que creemos habían quedado en el anecdotario, pues fueron las mismas implementadas meses atrás por la emergencia sanitaria del coronavirus.
Que contrario a lo que nos tienen acostumbrados, la clase política poblana fue prudente y decidió cancelar todo tipo de eventos, ruedas de prensa y actos públicos, en aras de cuidar la salud de quienes en estos actos participan. Por su parte, los constructores y restauranteros se han mostrado también solidarios para coadyuvar en lo que sea necesario para afrontar esta nueva emergencia. Estrellita para ellos.
Que aunque no se tenga ya Fonden para poder enfrentar un desastre natural, existe una bolsa económica que podría usarse en caso de que se requiera. No se tiene total claridad de cuánto es el momento, pero el gobierno sustituto aseguró que hay finanzas sanas y que se responderá sin pretextos en caso de que se necesite. No hay que olvidar que el Fondo de Desastres Naturales fue eliminado por el presidente Andrés Manuel López Obrador y ahora son las propias entidades las que deben rascarse con sus propias uñas.
Que no faltan los curiosos que quieren acercarse al volcán Popocatépetl para tomarse la selfie ahora que incrementó su actividad. Nunca faltan los imprudentes, por lo que integrantes de la Secretaría de la Defensa Nacional, de la Guardia Nacional y de la Policía Estatal ya están apostados en diversos caminos, brechas y laderas para contener el paso de estas personas que no miden los riesgos y que con su actuar irresponsable pueden provocar una crisis. La autoridad ha pedido respetar el radio de seguridad o que se atengan a las consecuencias.
