Que tras advertencia no hay engaño y en el gobierno federal ya se perfila la desaparición de organismos autónomos como el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) para depender ahora de la impoluta Secretaría de la Función Pública. Lo que ha despertado cualquier tipo de especulaciones es la actitud que asumirán los gobernadores de la 4T respecto a la suerte que correrá el Itaipue, porque en las entidades replica casi todo de Ejecutivo federal.
Que en Morena se asomó la práctica del nepotismo al darse a conocer que entre los 48 aspirantes a las candidaturas a diputaciones federales figura un hermano de la presidenta municipal de Puebla, con el único mérito del parentesco familiar, porque es un funcionario de facto de planta en el Palacio Municipal. Varios de los actuales diputados federales de Morena como Nay Salvatori y Saúl Huerta le apuestan por la reelección para poner a prueba si ocupan una curul en San Lázaro por su amplio trabajo y popularidad, o solo llegaron a la Cámara de Diputados por el tsunami de AMLO.
Que las dos precandidatas a la gubernatura de Tlaxcala por la coalición Unidos por Tlaxcala, Anabell Ávalos Zempoalteca y Minerva Hernández, firmaron un pacto de no agresión durante los procesos de los que llevarán los partidos coaligados para elegir a su abanderada. El acuerdo prevé el respeto y acatamiento a los resultados del dictamen emanado por la comisión de gobierno interno de la coalición respecto a quién será la candidata a gobernadora del PRI, PAN, PRD, así como Alianza Ciudadana y Socialista