Que el director general de la CFE, Manuel Bartlett, notificó a la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados su disposición a comparecer por fin ante comisiones el próximo martes 8 de noviembre, después de cancelar su presentación programada para el pasado 27 de octubre con motivo de la glosa del cuarto Informe. En contraste, el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, continúa su gira por los congresos de los estados, pero sin reagendar la comparecencia del 25 de octubre que él mismo suspendió pese a ser una “obligación constitucional y legal de rendición de cuentas”.
Que esta semana arrancaron los últimos doce meses de los dos magistrados del Tribunal Electoral que tendrán que decir adiós en 2023 y que dejarán su espacio a las dos primeras magistraturas que, en teoría, pueden llegar a estrenar la eventual reforma electoral. Se dice que José Luis Vargas ya le puso el ojo a la Secretaría para el Fortalecimiento de la Democracia en la OEA, mientras que los rumbos de Indalfer Infante Gonzales acaso dependan de lo que le marque el destino a Ricardo Monreal.
Que el Issste se ahorró 156 millones 940 mil pesos por la conclusión del contrato con Tesi de México, que prestaba desde el sexenio de Enrique Peña servicios de imágenes de rayos X, endoscopia y anatomía patológica con un pago de hasta 280 millones de pesos independientemente de si los derechohabientes los hubieran requerido. Al terminar su contrato en 2021, la firma dirigida por Fernando Estrada amagó con bajar el switch, sin importar el efecto sobre los más de 13 millones de afiliados, que al final amortiguó el área de finanzas del instituto a cargo de Almendra Ortiz.
Que entre los rudos del barrio se dan un “quién vive” y mientras que el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, declinó conceder la victoria de Lula da Silva, pero de menos dio luz verde a la transición y sofocó de paso la ola de bloqueos, Donald Trump dejó por un momento los palos de golf para anunciar que vio las primeras señales de fraude en el voto por correo en Pensilvania.