Que el Presidente aprovechó su visita a Zitácuaro, donde asistió a la inauguración de instalaciones de la Guardia Nacional, para descalificar a las autodefensas, anunciar el fin de métodos como “mátalos en caliente” y, sin declarar la guerra a cártel alguno, condenar la gestión de Felipe Calderón, que fue a Michoacán “vestido de militar a pegar un garrotazo a lo tonto, sin un plan sin atender las causas, con una corrupción tremenda al grado de que su secretario de Seguridad, Genaro García Luna, está preso en Estados Unidos acusado de proteger a uno de los grupos del narco”.
Que por cierto, Andrés Manuel López Obrador siempre sí atendió la solicitud que le llevó Santiago Creel a Palacio Nacional y dio instrucciones al secretario de Gobernación, Adán Augusto López, para que reciba al panista y se abra la posibilidad de diálogo, “demostrando que no hay cerrazón”. Sin embargo, criticó que el PAN pida reuniones y en el Congreso vote todo en contra, “hasta los ascensos a los oficiales del Ejército, todo”.
Que a algunos magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación no les gusta que sus proyectos se hagan públicos antes de la votación y han buscado diferentes “estrategias” para “descubrir” quién de sus pares filtra documentos, como es el caso de Indalfer Infante Gonzales, quien de plano optó por ponerle a cada hoja las iniciales de cada uno de sus compañeros para “atrapar” al culpable… y dicen que ya salieron los primeros balconeados.
Que la Universidad Nacional Autónoma de México está cerrando el año a ritmo intenso y Enrique Graue firmó ayer un acuerdo con el Instituto de Investigación para el Desarrollo, de Francia, con el fin de monitorear y estudiar juntos agentes potenciales pandémicos, trabajo que harán en las instalaciones universitarias de Mérida. Por cierto, el rector no se quita la camiseta azul y oro y apoyará a los equipos de Pumas de futbol americano y de soccer en sus encuentros de sábado y domingo.