Que la CNC cerró en grande su proceso de renovación de su representación estatal y de los comités municipales, con una nutrida asamblea, que se celebró el sábado en el ejido Lázaro Cárdenas, de San Pedro. Hasta allá acudieron la líder nacional cenecista, diputada federal Leticia Barrera; los secretarios de Gobierno y de Desarrollo Rural, Oscar Pimentel y Jesús María Montemayor; el subsecretario de Gobierno e Imagen Institucional, Diego Rodríguez; el presidente del PRI Coahuila, Carlos Robles, así como alcaldes y diputados locales. Además de los compromisos de respaldo al campo, el nombre de Manolo Jiménez fue muy mencionado por los oradores, y no faltó el reconocimiento al delegado de la organización campesina, Ricardo Delgado, que no sin algunos obstáculos, llevó a buen puerto la renovación de los cuadros directivos.
Carlos Robles aprovecha todo evento priista para advertir que "vamos por todo" en 2026, mientras que Diego Rodríguez cerró la asamblea para referirse a la renovación de los liderazgos municipales del tricolor y, por supuesto, al clima de seguridad y desarrollo que se vive en la entidad.
Que el diputado coahuilense Jericó Abramo Masso se apareció en la Comisión de Presupuesto con su sombrero bien puesto —aunque fuera figurado— para defender a capa, espada y micrófono a la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro.
Que no se diga que el priista no sabe sembrar: esta vez sembró preocupación en la Subsecretaría de Egresos, pues le reclamó a Bertha Gómez Castro que a la Narro le viene un recorte de 4.8%, lo que —según explicó con tono de maestro rural— “les pega directo en las pensiones, los gastos operativos y hasta en la operación de los tractores”.
Con voz firme, Jericó pidió que “no se le quite ni un grano al campo mexicano”, y exigió que Hacienda se ponga la mano en el corazón (y en la cartera) para evitar que la histórica institución se quede sin recursos para seguir formando agrónomos, ingenieros y soñadores del agro nacional.
Que en el Cabildo de Torreón la cosa se puso más caliente que los tamales recién hechos: resulta que la regidora Dora Salinas Durán anunció que presentará una denuncia por violencia política de género contra su compañero de curul, el morenista Gabriel Francisco Pedro, quien en plena sesión decidió que la cortesía parlamentaria era opcional.
Dicen los que estuvieron ahí que todo empezó cuando se discutían los estados financieros —ese tema que ya de por sí levanta bostezos— y que el regidor, en un arranque de inspiración, soltó aquello de: “Respondiendo a la experta en discursos y experta en temas contables… nada más para comentarte, experta, que de recursos federales te estoy hablando para que me voltees a ver…” —¡y tómala!—, que de inmediato encendió los ánimos.
Cuentan que la priista no se quedó callada y que ya con el micrófono en mano, y la paciencia agotada, advirtió que presentaría su denuncia ante el IEC, porque —según dijo— el morenista no solo le gritó, sino que además le “dejó en claro su falta de control y su poca caballerosidad”. El respetómetro por los suelos.
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