Que el sábado fue cumpleaños de Claudia Sheinbaum y la mayoría de la clase política morenista en Tamaulipas le manifestó su felicitación, desde el gobernador Américo Villarreal Anaya, la presidenta de la Jucopo del Congreso del estado Úrsula Salazar Mojica, así como los alcaldes Carmen Lilia Canturosas de Nuevo Laredo, Carlos Peña de Reynosa, Armando Martínez de Altamira y Mario López de Matamoros.
Que en una arista política, existe el interés de la Cuarta Transformación en Tamaulipas por mantener cerca a los votantes de Ciudad Victoria. El propio Villarreal Anaya le entra a solucionar servicios públicos, entre ellos la basura y el agua; tan solo en el último caso, hoy llevará pipas a sectores afectados por la falta del líquido. Esa perspectiva está hacia el 2024, pese a tener al alcalde Lalo Gattás a un lado.
Que al ser el único municipio en Tamaulipas con opciones de ganar, el PAN en Tampico puede gozar de un “piso parejo” entre los verdaderos pretendientes a cargos públicos, entre ellos la alcaldía, pues tanto a Rosa González, Mon Marón y Pepe Schekaibán gozan de toda la apertura para trabajar en colonias, reunirse con militares y acaparar los reflectores con completa libertad.
Que en tanto, mientras en Ciudad Madero siguen las labores de ayuda a habitantes por el diputado federal Erasmo González Robledo, no logra definirse la antigua estructura panista por quedarse en definitiva a dar pelea en el siguiente año, sin recursos, o en definitiva entregarse a las invitaciones guindas dentro del organigrama estatal todavía en elaboración en algunas colonias.
Que más allá de la encomienda de su hijo Esteban de la Portilla, la cercanía de Genaro de la Portilla con Movimiento Ciudadano despertó muchas inquietudes entre el grupo antimorenista de Altamira integrado por priistas y otros priistas pero dentro del PAN. Son pocos y la lectura del ex alcalde de la urbe petrolera, inclinado hacia el organismo político coordinador por Juan Carlos Zertuche, les deja una mala espina.