Que debe preocupar la estadística de que casi la mitad de las escuelas de Educación básica, además de instancias de Salud y otras áreas fundamentales, tienen millonarios adeudos con la CFE por el servicio de energía eléctrica desde hace varios (muchos) años. Y es que la consecuente falta de suministro puede ser una grave dificultad para su operación. Pero otro aspecto que más que preocupar debe indignar, es el alto grado de impunidad al tratarse de monstruosas herencias.
Las preguntas son de sentido común: ¿Dónde quedaron los millones que dejaron de pagarse? ¿Nunca destacó en auditorías el asunto y los responsables de este? ¿Los que dejaron de cubrir esta obligación durante varias administraciones anteriores viven felices y campantes en onerosas residencias bien electrificadas?
Que otro asuntito que pide a gritos proceder contra las y los responsables, es la denuncia que hace el Secretario del Bienestar del Estado de México, Juan Carlos Romero González, acerca de que aún persisten ex vocales del programa social Salario Rosa de la pasada administración mexiquense encabezada por Alfredo Del Mazo, que tratan de estafar a mujeres y sacarles dinero a cambio de “meterlas al padrón” de beneficiarias del actual programa Mujeres con Bienestar. Si están tan identificadas ¿Qué esperan para fincarles responsabilidades por fraude, extorsión o lo que proceda?
Que en la Reunión de Coordinación Interestatal contra el Robo de Vehículos, realizada en Jiutepec, Morelos, la gobernadora mexiquense Delfina Gómez pudo presumir los buenos resultados en la entidad (reducción de 45% en la incidencia), que atribuye a la Estrategia de Seguridad en la entidad.
Eso quedaría en la estadística de un evento temático, pero también destaca un rasgo de honestidad y franqueza que caracterizan a la texcocana: señala que no es una varita mágica, sino que un factor importante ha sido la participan los tres órdenes de gobierno y la de entidades vecinas. Además expresó claramente que “no se logra nada hasta que no se vea en la percepción en nuestros ciudadanos”, por lo que falta reducir todavía más la incidencia. Al pan, pan…